"Con tan pocas oportunidades de realizar pruebas a lo largo del año, ésta ha sido una ocasión estupenda para que los equipos mejoren su conocimiento sobre el rendimiento de los neumáticos, así como para probar las diversas mejoras introducidas en el coche antes de la temporada europea," explicaba Paul Hembery, responsable de Pirelli Motorsport. "Tradicionalmente, sobre esta época, los equipos aprovechan para introducir mejoras y nuevas piezas y, con la tabla clasificatoria más ajustada que nunca, entender cómo interactúan los neumáticos con el coche puede ser clave para conseguir cierta ventaja".
En opinión de Hembery, la presencia de la lluvia no supuso un gran handicap para los equipos, que pudieron rodar con tranquilidad en las dos jornadas restantes, en las que consumieron 184 juegos de neumáticos de seco. "El primer día de pruebas en Mugello fue pasado por agua, pero los equipos pudieron completar tandas más largas los dos siguientes días, especialmente con los compuestos más duros, permitiéndoles acumular mucha información que será de extrema utilidad en la futura planificación de las estrategias de carrera," concluye el británico.
Más de mil vueltas en las dos últimas jornadas
En estas tres jornadas, en las que la temperatura de la pista se situó entre 15º y 37ºC, los equipos completaron 2.544 vueltas a Mugello, el equivalente a, aproximadamente, 43 Grandes Premios. El compuesto más usado fue el duro (92 juegos usados de los 207 totales), con el que se completaron un máximo de 16 vueltas, dos más que el máximo de vueltas que los pilotos pudieron hacer utilizando el compuesto medio. En la primera jornada se utilizaron un total de 23 juegos de neumáticos intermedios y de lluvia.