
Ahora parece haber asumido que la máxima categoría del automovilismo no pertenecerá siempre a CVC y ya se plantea si, a sus 80 años, le merecería la pena empezar a trabajar con una nueva empresa: "Soy lo suficientemente viejo para tener una pensión, así que no tengo por que conseguir un trabajo. Tendría que estar seguro de que las personas (que sean dueñas de la F1) son gente con la que quiero trabajar y si ellos quieren trabajar conmigo".