Aunque le pese que el Mundial 2011 se vaya a iniciar dos semanas tarde, Bernie sabe que se ha tomado la decisión correcta: "El príncipe y yo discutimos todo el asunto e hicimos lo que creíamos que estaba bien para todo el mundo. Estamos felices por llevar a cabo más o menos lo que teníamos en mente. No hubiera sido nada bueno decir: 'Vamos a estar allí os guste o no'. El príncipe pensó que era lo correcto en materia de seguridad. ¿Se imaginan si todo el mundo está allí y de repente hay más revueltas? Habría sido malo para todos".
"Desde el primer momento, hablamos de los problemas y él fue sincero conmigo. No estoy allí y no sé exactamente qué problemas tienen. Pero el Rey estaba preocupado por la Fórmula 1 y nuestra seguridad, que es por lo que tomó la decisión de cancelar la carrera", dijo.
Esta situación ha sido un gran varapalo para el mundo de la Fórmula 1, pero habría sido imposible predecir lo que está ocurriendo en Bahréin: "Sería similar al caso de que hubiera sucedido un terremoto, nadie podía imaginarlo hace un mes. Lo qué ha pasado en Bahrein es desesperadamente triste, pero hace un mes todo el mundo estaba esperando a la carrera, nadie esperaba un problema como este".En los últimos días se ha venido rumoreando que, a pesar de la cancelación de la carrera, los organizadores tendrían que pagar igualmente a Ecclestone el precio acordado, ya que han sido ellos los que han tomado la decisión, pero Bernie lo ha negado: "Nadie gana con esto, quiero ser honesto con el Rey porque está haciendo todo lo que puede para hacer lo correcto con su gente. No necesita gente como yo apuñalándole por la espalda".
De todas formas, el mandatario británico confía en que el GP de Bahréin se celebre todavía esta temporada, seguramente a finales de año: "Si todo se soluciona, y esperamos que sea así, vamos a hacer todo lo posible para encajarla en el calendario y pagarían la cifra habitual, nunca ha habido un gasto extra por organizar la primera o la última carrera".