En declaraciones a varios medios como el Daily Telegraph o el Times, el mandamás de la Fórmula Uno Bernie Ecclestone mostró sus preocupaciones por este asunto, llegando a reconocer que sería fácil realizar un escándalo que tuviera reconocimiento mundial aprovechando dicho evento, y que no tiene idea de si la carrera podría ser cancelada. De lo que sí está seguro, es que se deberá tomar una decisión "muy rápida" al respecto:
"Es una lástima, porque Bahrein ha trabajado muy duro para conseguir su Gran Premio, pero debemos estar prevenidos de lo que pueda suceder. Estaremos observando día tras día, de tal manera que podamos informar a los equipos lo antes posible cuando sepamos que es seguro seguir adelante."
"Oriente medio es un territorio en expansión y queremos estar allí, pero también queremos estar seguros y que la Fórmula Uno pueda ser disfrutada de la mejor forma. Nunca antes he tenido problemas en Bahrein y me gusta andar por allí, pero ahora no sabemos. El mundo está cambiando."
Mucho más optimista parece estar Shaikh Salman bin Isa Al Khalifa, jefe ejecutivo del circuito de Bahrein, al realizar las siguientes declaraciones:"Estamos monitorizando la situación muy de cerca en colaboración con las autoridades relevantes, y responderemos apropiadamente a cualquier posible contratiempo" declaró.
Por su parte, la FIA, que actualmente está celebrando una ronda de GP2 en dicho circuito, confía en que la situación pueda ser resuelta amigablemente, y que dichos eventos están siendo observados de cerca:
"El plan es seguir adelante con el Gran Premio, pero nuestra mayor preocupación siempre será la seguridad tanto de los equipos como de los espectadores."