Las esperanzas de que la capital italiana pudiese albergar este evento se empezaron a disipar cuando Bernie Ecclestone envió una carta a los organizadores explicando que no permitiría que se celebrasen dos carreras en un mismo país. El alcalde de la ciudad, Gianni Alemanno, comentó que el sueño se terminó definitivamente:
"Renaunciamos formal y definitivamente a la hipótesis de un Gran Premio de Fórmula 1 en Roma", declaró a La Stampa. "Esta medida representa un paso atrás, ya que siempre dijimos que lo habríamos hecho si la FIA hubiese planteado una alternativa entre Roma y Monza."
A pesar de que los monoplazas no rugirán en las calles de la ciudad, seguirán esforzándose para organizar los JJ.OO. en el futuro: "Sin embargo, tenemos un sueño olímpico que sigue en pie, así que vamos a dejar claro a Italia y al mundo que queremos organizar los Juegos en Roma."