"Será genial", comentó Craw. "Este lugar tiene algunas de las características más interesantes, emocionantes y diferentes de otros exitosos emplazamientos alrededor del mundo. Es un equipo muy fuerte el que han formado aquí. Creo que es un muy buen plan y un modelo de negocio muy sólido. Han puesto el listón bastante alto."
Además de visitar el lugar donde se alzará el flamante trazado y reunirse con el equipo estadounidense, así como con oficiales locales y estatales, Craw también tuvo un encuentro con la controladora de cuentas públicas de Texas, Susan Combs, el alcalde de Austin, Lee Leffingwell, el juez del condado de Travis, Samuel T.Biscoe, y Peter Wahl, gestor asociado a la compañía de diseño del trzado, Tilke GmbH.
"Fue un placer que el señor Craw y Tim Mayer, delegado alternativo de la FIA, visitasen el lugar y conociesen el increíble equipo encargado de construir e impulsar el que creemos que será uno de los mejores trazados del calendario", comentó Tavo Hellmund, jefe del Gran Premio de EE.UU. de Fórmula 1. "Nuestro equipo se ha comprometido a construír más que un circuito de carreras, estamos pensando más allá de lo esperado y desarrolando un entorno que ofrezca una experiencia entretenida tanto a los participantes como a los espectadores.""El diseño del circuito ha sido desarrollado teniendo en cuenta a los pilotos y espectadores. Los pilotos quieren tener curvas de alta velocidad, es lo que les gusta. Queremos forzarles a cometer errores, de otra forma la carrera no sería interesante para el espectador. Cuando diseñamos debemos considerar ambos puntos de vista para tener un evento realmente exitoso", añadió Wahl.
Dudas con los plazos
Los últimos rumores apuntaban a que los organizadores podrían no llegar a tiempo con la construcción del nuevo trazado, ya que ésta se iniciará en diciembre y un documento oficial habla de 24 meses de plazo hasta que las instalaciones estén completamente preparadas.
La noticia fue confirmada por un portavoz, el cual comentó que dicho espacio de tiempo podría incluír los meses de planificación anteriores al inicio de las obras en diciembre. Bernie Ecclestone advirtió anteriormente a Tavo Hellmund sobre las penalizaciones a las que se expone si la carrera no sale adelante en 2012.
Según informaciones recientes, la FIA considerará la propuesta realizada en noviembre de regresar al antiguo requerimiento por el cual las instalaciones del Gran Premio deberían pasar la inspección al menos 90 días antes de la carrera: "Probablemente protege los intereses de todo el mundo un poco mejor que haciendo las cosas deprisa. Si el Gran Premio de EE.UU. no quiere esa regla, ejerceré presión contra ello", aseguró Craw.
Wahl, por su parte, comentó en una entrevista la semana pasada que no le gusta la regla de los 90 días: "Siempre tenemos unos plazos muy cortos. Si la carrera de Estados Unidos se disputase en mayo o abril, sólo tendrían un año para construír el circuito", reflexionó.
Hellmund, al igual que Wahl, no está convencido de que el regreso de la regla sea necesario: "A pesar de que nos encantaría tener la pista completada 90 días antes de la fecha del evento, el programa de construcción no nos dará esa oportunidad. No tendría sentido invocar ahora un mandato de 90 días que sólo afectaría a un trazado en el mundo, el nuestro."