La presencia japonesa en la F1 se ha reducido mucho en los últimos años con la marcha de Honda, Super Aguri, Toyota, Takuma Sato o el circuito de Monte Fuji, pero lo cierto es que los aficionados nipones siguen siendo de los más apasionados por este deporte. A pesar de sólo tener en la parrilla a dos pilotos, Kamui Kobayashi y Sakon Yamamoto, en la jornada de ayer miles de aficionados aguantaron en la gradas bajo la torrencial lluvia a la espera de que los monoplazas saliesen a la pista.
Eso sí, según los organizadores, ahora hay unos 50.000 espectadores menos en el circuito con respecto a hace cuatro años. De todas formas, Yamada asegura que el evento sigue siendo ligeramente rentable.