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El Fénix de Frome

El Fénix de Frome

Redacción   31 de Diciembre 2009 20:39

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El Fénix de Frome

Mucho se ha escrito y dicho sobre el campeón mundial de 2009, pero poco se ha dado a entender sobre la verdadera cara de tal logro; algo que si bien puede que no se llegue a exponer en su totalidad, será interesante de desmenuzar.

En esta oportunidad, a diferencia de las reseñas que narran las crónicas desde los inicios en karts del hombre en cuestión, se adentrará en lo que llevó a este piloto de "pasado momento", a conquistar una corona opacada por la tinta de los escritorios (y las voces de muchos "desentendidos").

Transcurrido 2002, y tras llegar a su 4º escudería en 4 años (pese a que Benetton y Renault comparten la misma estructura, la B.A.R.-Honda, y Jenson Button tenía ante sí una gran oportunidad al contar con el experimentado Jacques Villeneuve como co-equiper, y así terminar de formarse tras contar con "team-mates" tan experimentados como el mismísimo canadiense (Ralf Schumacher, Giancarlo Fisichella y Jarno Trulli).

Aquel 2003 significó una clara tendencia a lo que prometía hasta esos años. En efecto, el apoyo de David Richards, y de una considerable parte de la afición, tras mediar la temporada, hacía creer que el inglés ya estaba maduro para pelear por argumentos más altos. Y el haber llegado a superar al alicaído campeón de 1997, fue un indicio claro de sus intenciones (y aptitudes); algo que de hecho fue una variable considerable a la hora de sustituiré en el liderazgo del equipo, y echarle para poner en su lugar al intrépido Takuma Sato.

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2004 puso a la British American Racing, y por ende a Button, Sato y Richards, en la boca de todo el paddock para hacerle frente a Ferrari (con todo lo que ello significaba por aquellos años) tras el errático correr de la temporada (en su mayor parte) para Williams-BMW y McLaren-Mercedes Benz, y la falta de fortaleza en Renault para dar la estocada en aquel momento.

Así, con su primer pole position en el G.P. de San Marino, algunos comenzaban a apostar por su ansiada primer victoria. Pero nuevamente el nivel de sus oponentes le hizo imposible siquiera intentarlo, pese a mantenerse en punta tras la partida, y hasta la, habitualmente, prematura primera detención en pits. Aunque no por ello pasó inadvertido, de hecho su pole fue producto de un yerro "forzado" del campeón reinante; y en competencia manejó sin fisuras y aceptando que aún no contaba con un conjunto lo suficientemente competitivo.

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En esa misma sesión, contó una nueva posibilidad de alzarse con el éxito en el G.P. de Mónaco, aunque esta vez, su rival fue el inspirado Jarno Trulli. Algo que en los giros finales, y con Michael Schumacher y Fernando Alonso fuera de la ecuación (tras sendos problemas con los hombres de Williams), se potenció por la ínfima distancia entre ambos contendientes y con un rezagado de por medio. No pudo ser, pero pronto aparecería una última oportunidad, o al menos eso parecía.

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El G.P. de Italia en el siempre imponente "Autodromo Nazionale di Monza" se aprestaba como una difícil empresa para el británico y la escudería que sobre sus espaldas recaía, pues los de Maranello seguían sin dar tregua, en se Woking se mostraban recuperados y desde Grove llegaban con confianza, aunque al menos, los de Enstone parecía que no serían rivales. Pero nuevamente, tras un arranque promisorio, y encontrarse en un desarrollo bastante alentador, Ross Brawn hacía que Rubens Barrichello y Schumacher volvieran a interponérsele en su camino.

Como anécdota quedará lo sucedido en las rondas finales del G.P. en el remozado Hockenheim-Ring, al demostrar la solidez de manejo en el fragor de su lucha no sólo con Alonso por el 2º puesto, sino también con el trance vivido con la sujeción de su visera.

Pese a tales "desafortunados" sucesos, aquel torneo fue el que marcó a Button como un piloto a seguir en el futuro, de hecho, ese mismo año hubo un incidente en tribunales entre el inglés y uno de sus antiguos equipos, más precisamente con el que estableció la plus-marca como "piloto más joven en lograr sumar puntos (en Interlagos 2000), es decir, con el de Sir Frank Williams y Patrick Head. Pero el joven en ascenso eligió volver a apostar por el proyecto (originalmente) de la British American Tabacco (tras una fulminante intervención de sus abogados) y en 2005 pudo concretar tal anhelo, pues las proyecciones indicaban que la B.A.R. era una apuesta correcta (y segura) deportiva y financieramente.

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Lamentablemente la temporada en que se debía dar el salto, terminó siendo un mero amague; de hecho, de los problemas se sucedieron uno tras otro, y se terminó tocando fondo con el fiasco del ilegal "doble tanque de combustible". Ello privó al británico de un trabajado 3º puesto, y 2 fechas de suspensión a todo el equipo. Finalmente, tras algunos altibajos más, como el del periplo norteamericano, donde logró su 2º pole, pero debió abandonar tras pegarse contra "el muro de los campeones" (Montreal), y donde se desató el escándalo de los neumáticos Michelin (Indianápolis), los resultados comenzaron a llegar. Precisamente, desde el ecuador de la temporada, no dejó de sumar puntos, siendo sus mejores resultados los 3º puestos en Hockenheim-Ring y Spa-Francorchamps.

Tras el cierre de temporada, entre los diversos cambios que se experimentaban en grilla, Honda volvía a la F-1, y con ello, todo parecía más prometedor para el bretón, pero el RA 106 no mostró un nivel superior al del 007. Así, con un transcurso de año que en principio resultaba confortable con el podio en Malasia, y la pole en Melbourne, pronto cambiaría la perspectiva, tal cual resultaba ser el final del G.P. australiano.

Pronto, se hizo evidente que el monoplaza nipón presentaba un estancamiento en su desarrollo, pese a todo, 2006 (al igual que 2005) fue un año que terminó con buenos dividendos trascurrida la mitad del mismo. Más aún con su (demorado) triunfo bautismal, en un Hungaroring pasado por agua, y con una serie de 7 competencias en las que no se bajó del "Top 5"; terminando con buen sabor de boca al llegar a un nuevo podio en la fecha final.

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2007 y 2008 le llevaron por un calvario del que casi no logra salir, pues con problemas evidentes en todo el conjunto, tanto él, como Barrichello (compañeros desde el retorno de Honda) apenas si se las arreglaron para sumar algunos puntos, y un podio por parte del brasileño (en 2008) gracias a la correcta interpretación del paulistano de una pista inundada, la ayuda desde boxes por parte de un Brawn que volvía para intentar rescatarles de aquel laberinto en el que se encontraban. Pero todo aquello de no fue más que una sucesión de frustraciones que terminaron llevando a Honda a retirarse, amparándose en la crisis monetaria internacional.

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Ya con todo lo que significó el no haber llegado a concretar aquella ilusión de poder pugnar por algo más digno que los regulares podios, y las frustraciones que se fueron sucediendo, mucho se le cuestionaba a este piloto que sin lugar a dudas, comparte con su antecesor británico (David Coulthard) no sólo el equipo debut, su atractivo a las mujeres, el constante recuerdo en su casco a la nación que le vio nacer, sino también esa mella que significa el ver su camino trunco por motivos fuera de su alcance (aunque el mismo escocés reconociera su falta de consistencia cuando Mika Häkkinen y Michael Schumacher eclipsaron su figura).

Finalmente, el drama de hace un año ya de público conocimiento, las idas y venidas, la fortaleza para soportar junto a todos los integrantes del equipo de Brackley la falta de un horizonte claro hasta la resurrección en el final de los tests de pretemporada con registros de ensueño; y de allí al título mundial, con una coronación digna de recordar por el modo en que él mismo la definió.

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Así, al margen de las cuestiones técnicas y la única crítica que pueda hacérsele al bretón, está claro que ha sido una de los asedios más trabajados en la historia de la F-1, pero no por (variados) intentos, sino por persistencia en un proyecto que año a año (prácticamente) debió reinventarse desde que un talentoso campeón y su representante decidieron aventurarse a rescatar los restos de aquel mítico "team" de ese perspicaz leñador de Surrey.

Desde F1 al día, se dedica el presente no sólo a quienes son gustosos del manejo del inglés y de la ingeniería (al mejor "estilo Chapman"), sino también para todos los que llevan en su pensamiento a aquel concepto de que "con esfuerzo, dedicación y perseverancia es posible lograr grandes objetivos" (pese a que no siempre llegue en el tiempo esperado). Menciones especiales para Antonio, FanPaparizou, Manuel, Natali y Walter.

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