El director general deportivo de la Fórmula Uno, Ross Brawn, dice que lo encontró "personalmente ofensivo" cuando el presidente de Ferrari, Sergio Marchionne, lo acusó de embrutecer el deporte. En su papel actual en la gestión de la Fórmula 1, Brawn es responsable de idear una nueva dirección para el deporte una vez que expiren los acuerdos comerciales existentes después de 2020. Él mismo se ha encargado de proponer un nuevo conjunto de regulaciones de motores mucho más simplificados y un límite de presupuesto para ayudar a contener los costos y hacer que el deporte sea más competitivo, ya que esto impedirá que las diferencias de nivel se basen en diferencias económicas, cosa que sucede desde hace años en esta disciplina.
Pero Brawn ha encontrado resistencia de Ferrari y Mercedes. Ferrari amenazó con retirarse durante el invierno si se introducen los reglamentos de motor y los recortes de propuestos y Marchionne acusó a Brawn de llevar a la F1 en "una dirección que no está en el ADN del deporte". Hablando en una reciente entrevista con Radio Sport New Zealand, Brawn dijo que sus planes siempre han tenido en cuenta el bien del deporte. "Es fundamental que tengamos una visión de hacia dónde vemos marchar a la Fórmula Uno", dijo. "Me parece muy frustrante cuando la gente nos acusa de estropear el ADN de esto, de lo otro. La F1 tiene una larga historia de una competencia increíble, y es el pináculo del automovilismo y ¿por qué elegiríamos dañar eso?", se preguntaba Brawn."Encuentro personalmente ofensivo cuando la gente me acusa de embrutecer este deporte porque sabemos que si lo hiciéramos estropearíamos el deporte en su núcleo, y también arruinaríamos la base comercial del deporte. Probablemente algunos equipos se estén gastando dos o tres veces más de lo que estaban gastando hace cinco o seis años, y sin embargo no diría que hace cinco o seis años este deporte era para tontos. Así que es solo cuestión de nivel. Tenemos que ayudar a los equipos en la cima para que reconozcan y se den cuenta de que para tener un deporte con una larga vida, en un futuro cercano tendremos que volver a calcular los ingresos comerciales para todos los equipos, tenemos que volver a calcular la cantidad de presupuesto que los equipos pueden usar para explotar técnicamente, siempre estudiando bien las necesidades fundamentales para dar una competencia más emocionante".
Es imposible trabajar con quien no lo permite
Brawn afirma que los equipos están de acuerdo en gran medida en las reglamentaciones técnicas más allá de 2021, pero dice que la política tiene el potencial de obstaculizar el camino. "Siempre hay intereses creados, y no es solo un problema técnico simple, tenemos el gran problema para solventar todfavía, a saber, ¿cómo funcionará el gobierno de la FIA en un futuro? En otras palabras, ¿qué papel juegan los equipos, qué papel desempeñamos los ingenieros, qué papel juega la FIA? La gerencia es un tema delicado. Los ingresos comerciales para el equipo son un tema delicado. El control del presupuesto, que es algo que a todos entusiasma mucho, es un tema delicado. Cuando tienes tres o cuatro áreas que están siendo debatidas arduamente, a veces las colorean o nublan otros problemas", explicaba el ingeniero jefe de la FIA.
"Entonces, lo que parecería un simple desafío técnico u objetivo en el que trabajar entre todos, a veces se imposibilita porque los equipos son sensibles en otras áreas y por lo tanto no están dispuestos a cooperar. Pero creo que, en términos generales, el apartado técnico que estamos discutiendo, cuenta con el apoyo de todos los equipos. Reconocen que si hablamos de soluciones para 2021, no se ven afectados a corto plazo, no están en desventaja a corto plazo, y que debemos trabajar para encontrar mejores soluciones para el futuro", añadía por último Brawn.