Paddy Lowe, el CTO de Williams Martini Racing, encuentra un grave problema en el peso incremental que han tenido los carros de Fórmula 1 en los últimos años, y cómo esto resulta constantemente en una pérdida del espíritu elemental de este deporte que es alcanzar velocidades increíbles en vez de tener una alta resistencia.
Al reducir el número de componentes por motor para esta temporada (MGU-H, turbocargadores y MGU-K), así como unidades de potencia que se pueden utilizar durante la temporada (únicamente tres por cada monoplaza), los equipos deben poner un énfasis especial en la fiabilidad y resistencia de sus unidades si lo que desean es ser consistentes a lo largo del 2018.
Pero Lowe cree que poner esta presión en los desarrolladores ha propiciado un desentendimiento de protección del peso mínimo de los monoplazas que, para 2018 es de 734 kg (lo que significa un aumento de 6 kg de compensación por el Halo) y el director de Williams siente que ahora la F1 tiene más características de una prueba de resistencia que de las que caracterizan a un deporte de carreras.
"Si pudiera elegir una cosa (para cambiar), seríe el peso de los carros, el cual se ha incrementado dramáticamente en los últimos diez años", comentó Lowe. "Si la Fórmula 1 es realmente una fórmula de velocidades, y estos coches están hechos para ser increíblemente veloces en la clasificación y durante una hora y media de carrera, con 300 km de pista, no se trata de autos de resistencia, sin embargo, su peso se ha incrementado a niveles que se están inclinando más hacia los de una prueba de resistencia en vez de una de velocidad".
"Los tiempos de vuelta son bastante fuertes de momento porque tenemos bastante potencia y una gran cantidad de agarre, el más alto de la historia, pero el peso es también increíblemente alto y creo que estás cosas deben rebalancearse. Si vamos a diseñar para 2021 quisiera ver una significante reducción en el peso".
El eterno dilema
Lowe también puso énfasis en la cuestión de priorizar entretenimiento y deporte, señalando que el objetivo debe ser obtener regulaciones que se encuentren en el punto medio entre la Fórmula 1 como deporte y como negocio de entretenimiento, algo que mantenga satisfechos a los seguidores, fabricantes y a los anunciantes de este deporte en el futuro.
"Es importante que produzcamos autos que sean emocionantes, ese es un deporte una categoría de entretenimiento, y eso significa que necesitamos que los fans se emocionen pero también que la carrera sea competitiva [...] a veces estas dos cosas se encuentran en conflicto porque si buscas causar un gran interés con muchas variaciones en la intensidad y el rendimiento, puedes perder el interés en la carrera".
"Debes conseguir un balance en las restricciones de esta fórmula para que la dispersión en la parrilla no sea tan grande pero al mismo tiempo tengas variedad en los autos en cuanto a variedad y espectáculo", finalizó Lowe.
