Esta misma semana se presenta como el inicio de un nuevo proyecto, después de todo el invierno trabajando en las preparaciones, será Williams el primer equipo en realizar su lanzamiento de coche para esta nueva temporada 2018. La pregunta obligada antes de ver ninguna presentación es evidentemente la de si veremos alguna sorpresa extraordinaria o si, más bien, sabemos qué esperar de los lanzamientos de este año. En unas fechas en que la anticipación y el pronóstico no deja de hacerse oír, preferimos hacernos eco del pasado, de la mano de formula1.com y echar la vista atrás para recordar los buenos momentos, y de los buenos los mejores, de estas citas espectaculares que dan el visto bueno para acelerar un nuevo año.
Williams, 2004
A unos les pareció un tigre dientes de sable, a otros les recordaba más a un tiburón martillo e incluso hubo quien se asombró ante el monoplaza británico viendo claramente una morsa con los colmillos fuera, sea como sea, nadie quedó indiferente el día de la presentación de Williams, en la temporada 2004, cuando el telón descubrió el característico morro del coche blanquiazul en Valencia. Sir Frank Williams mismo aludía a su estética dejando pasar la atención a lo que él más le interesaba, pero sin poder negar la sorprendente forma de la nueva arma de su equipo. "No me parece el más bonito de todos, pero me enamoraré de él si se convierte en un coche ganador", aseguraba el magnate inglés, que pronto quedaría decepcionado de su delgada morsa, puesto que, tras un prometedor test en pretemporada, no fue capaz de conseguir una sola victoria, hasta que se tomó la decisión de recular en los talleres, y corregir la extraña forma del morro. Fue entonces cuando, en Brasil, último GP del año, vio ganar a Williams una carrera, cosa que no se repetiría hasta 2012.
Honda 2007
Ya había prevenido el equipo japonés a sus aficionados que su presentación no iba a dejar a nadie indiferente, y que los colores iban a ser distintos ese año. Lo que uno espera cuando su equipo anuncia un cambio de colores es, eso mismo, un cambio en el reparto de colores en la carrocería, nada como lo que acabaron presentando en Honda el año 2007. Su nuevo 'earth car' supuso un grandísimo impacto para todos, cubierto de punta apunta de una fotografía de la tierra tomada por satélite, el monoplaza japonés tenía una apariencia única e inigualable, tan sorprendente como criticada. Lo que se suponía iba a a romper con la estética de la Fórmula 1, y con las políticas convencionales de patrocinio, acabó convirtiéndose en la ridiculización de una buena causa, puesto que muchos advirtieron que el coche en pista aparentaba no tanto un planeta como simple agua estancada.
Mclaren 1995
Después de una temporada extraordinariamente decepcionante, McLaren necesitaba sorprender tanto por dentro como por fuera en un nuevo proyecto que rescatara su imagen y su fama de campeón. Tras cuatro años consecutivos como campeón, y dos como subcampeón, una cuarta plaza dejaba el año 1995 como un ultimátum. El cambio fue realmente sorprendente e inesperado, sin embargo, además de un nuevo morro, de forma puntiaguda, otras actualizaciones sorprendieron a los aficionados en la presentación del coche para la nueva temporada. La nueva máquina de guerra de los ingleses, que fue presentada en el Museo de Ciencia en Londres sería la primera en ser potenciada por motores Mercedes. Sin embargo, McLaren de nuevo demostró una temporada decepcionante, repitiendo cuarta posición, con más de diez puntos menos que la anterior.
Ferrari 2009
Hoy en día no nos parecerá especialmente llamativo, de hecho, el cambio estético es mínimo, sin embargo, la radicalidad de esta presentación y lo sorprendente de ella es casi imperceptible para nosotros una vez acostumbrados a ver esos altos alerones ahora tan familiares, pero extraordinariamente chocantes en aquella época. "Los coches no son tan feos como algunos esperábamos", rezaba un artículo del Daily Telegraph al respecto. El F60 fue el primer coche en ser presentado esa temporada, y dio a conocer la nueva línea aerodinámica que iba a seguirse hasta nuestros días. Este cambio es el más cercano en el tiempo, y el que más podría reflejar lo que pueda suceder en la temporada 2018, cuyos cambios, debido a la alta especialización actual de los monoplazas, no deberían suponer medidas mucho más exageradas que la de 2009.
BAR 1999
Las aspiraciones de BAR siempre pugnaron con sus altas capacidades económicas, y este equipo llegó a producir sorpresas inigualables a lo largo de su trayecto en la fórmula 1, y una de las más grandes fue la de su estreno, en 1999. Con el irónico lema "Una tradición de excelencia", BAR presentaba su primer proyecto para participar en la disciplina con altas dosis de teatralidad, pero lo que nadie esperaba era lo que sucedió el día de la presentación de coche. De hecho, tenemos que hablar de la presentación de 'los coches' en plural, puesto que dos fueron las máquinas reveladas ese día, una para cada piloto del equipo. Dos modelos distintos para dos pilotos distintos, algo inusual, y a la vez, ilegal, por poco que lo entendieran en BAR. "Esta presentación ha sido mal entendida y ha causado mucha controversia, pero desde nuestro punto de vista no entendemos el motivo", decía el ideólogo, Tom Moser. La decisión de la FIA de prohibir a BAR correr con dos coches distintos, produjo una sorprendente solución: ambos correrían con el mismo coche, pero éste representaría ambos diseños, impregnados cada uno en una mitad del coche.