Tanto Fred Vasseur, director de Sauber, como Nicolas Todt, mánager de multitud de pilotos, entre los que se encuentra Charles Leclerc, han declarado que la Formula 1 está disfrutando de un influjo de talento juvenil sin precedentes, en los últimos años, con lo que los grandes equipos tienen un buen fondo de capital humano con sus programas para jóvenes pilotos. A pesar de la situación económica general, que coloca a los patrocinadores más o menos, según casos, cerca de estos pilotos novatos, este deporte, según explicaba Todt tiene un filtro que impide que el dinero sea el único mérito necesario para ocupar un cockpit hoy en día.
Con la casi segura llegada de Sergei Sirotkin a la alineación de Williams, la polémica de los pilotos de pago ha resurgido. Nicolas Todt, hijo del presidente de la FIA, asegura que el nivel de los jóvenes pilotos nunca ha sido tan alto y que la FIA por su parte, funciona convenientemente de manera que puede impedir que un piloto incapaz compita en esta disciplina únicamente abalado por un poderoso patrocinio. El caso de Sirotkin, que correrá casi seguro junto a Lance Stroll para Williams esta temporada, formando una alineación jovencísima, ha encendido las críticas a los acuerdos económicos que dejan de lado lo deportivo, puesto que el joven ruso pasará al nivel más alto del mundo del motor sin demasiada experiencia, más que en pruebas para Sauber y Renault y el propio equipo británico.La suma de alrededor de 20 millones de libras que ha propuesto el patrocinador del joven ruso es para muchos el único aval que coloca como preferido a Sirotkin frente a los pilotos que competían junto a él por el mismo puesto. A pesar de que la directiva de Williams parece basarse en los resultados finales de las pruebas de neumáticos realizadas a final de temporada y analizados con posterioridad, la crítica permanece a la espera de que se publique el contrato y se comprueben los condicionantes económicos que formarán el acuerdo entre piloto y equipo.
"Los pilotos que han ido llegando a la Formula 1 eran los más prometedores de su promoción", asegura Vasseur, que conoce de primera mano las categorías inferiores, ya que ha sido el encargado de levantar carreras como las de Lewis Hamilton o Nico Rosberg, cuando no eran más que aspirantes a la Formula 1. "Ocon, Gasly, Vandoorne, Leclerc, Norris, o Russell", citaba Vasseur la larga lista de jóvenes pilotos que han conseguido dar un paso a delante y han participado ya, en diversa medida, del más alto nivel de competición, "esto no ha sido siempre así", aseguraba el francés, refiriéndose a la gran cantidad de jóvenes novatos. "Ahora lo que pasa es simplemente que tenemos un buen mecanismo de construcción de carreras. Si eres competitivo y tienes éxito a nivel juvenil, accedes al programa de jóvenes pilotos de uno de los grandes equipos", explicaba el director de Alfa Romeo Sauber.
El dinero no lo es todo
"Anteriormente había un grandísimo abismo entre las categorías juveniles y la profesional, y muchos jóvenes pilotos se quedaban enclaustrados en tierra de nadie al no haber plazas para ellos", recordaba el francés. Con respecto a los casos de pilotos de pago tan claros como el de Sirotkin, Todt admitía que "siempre se ha dado el caso", pero que de todas formas el caso de Stroll o Ericsson no puede considerarse simplemente suerte o enchufe, sino que ambos tuvieron grandes éxitos en las categorías inferiores. "Tal vez sin dinero les habría sido imposible entrar en la Formula 1" admitía Vasseur, "pero ambos consiguieron los resultados necesarios para hacerlo", aseguraba el francés.
Nicolas Todt, por su parte aseguraba que el actual nivel de los jóvenes pilotos supera al conseguido años atrás, a pesar de la insistencia en que los casos de pilotos de pago también se dan, la FIA es capaz de controlar el acceso de los nuevos pilotos a la disciplina, de modo que únicamente son admitidos los más capaces. "Tener apoyo económico ayuda, como en todo, pero el sistema de Super Licencia impuesto por la FIA previene a la competición de pilotos que no tengan suficiente nivel para competir", explicaba Todt. "Uno puede tener millones para gastar, pero aún así se necesita conseguir considerable nivel de rendimiento para adquirir el número de puntos de licencia necesario. Aun teniendo en cuenta la complicada situación económica de muchos equipos, en mi opinión el nivel nunca ha sido tan alto. Dicho esto, la Formula 1 tiene que cuidarse de aparentar ser un deporte de pago. El efecto sería devastador para las familias de los niños que desean comenzar con el karting. El acceso al deporte de motor debe seguir basándose en el mérito", explicaba Todt.
La conclusión esencial que se saca de estas declaraciones es que el patrocinio, sea lo grande que sea, no implica necesariamente la ausencia de nivel técnico en un piloto que pretenda comenzar a correr en la Formula 1. Vista la restrictiva fórmula de puntuación de la Super Licencia de la FIA, cualquiera de los nombres que resuenen como posibles fichajes de uno de los grandes equipos han debido de acometer una larga lista de logros. En 2015 se dio el caso de la llegada de Max Verstappen a la Formula 1, que con 17 años se convirtió en el piloto más joven en competir en una carrera de F1. Un año después, la normativa cambió y prohibió la entrada a menores de 18 años. Actualmente un piloto necesita competir en una categoría inferior a la Formula 1 y alcanzar 40 puntos al menos en tres años de competición. Además de este sistema de puntuación, se debe aprobar un examen teórico del Código Deprtivo Internacional, así como del Reglamento de la F1.