Tras los incidentes de la temporada de 2016 entre los pilotos de Mercedes, Nico Rosberg y Lewis Hamilton, fue necesario una reunión entre el piloto inglés y el jefe de filas de la escudería germana, Toto Wolff. Pasado el tiempo y con un nuevo título en el bolsillo, el vigente campeón del mundo explica que dicha reunión fue necesaria para que todo volviera a su cauce habitual, eliminar la negatividad y poder centrarse en su trabajo como equipo. El tetracampeón inglés no cree que sea el líder de la marca alemana, tan solo un pequeño eslabón de una gran cadena. Como afirma Lewis Hamilton todos juegan un papel importante y una fuerte unión puede reportarles la consecución de objetivos como los logrados esta temporada.
Vuelta a la solidez
"Si estás en la oficina y tu jefe no quiere que estés ahí, es un ambiente asqueroso, ¿no? Quieres trabajar, pero él no quiere que lo hagas. Esa negatividad te aleja de lo que realmente se te da bien. Aquella reunión fue muy importante para reiniciar las cosas. De esta forma cuando llego, los chicos saben que voy a dar todo, puedan dar ese plus de trabajo y viceversa. Si hay algo negativo o algo similar, eso solo nos retrasa, por lo que fue casi como una purificación de la relación y un reinicio de una asociación sólida que habíamos construido años atrás. No me veo a mí mismo como líder del equipo, creo que soy un pequeño eslabón de una gran cadena. Todos jugamos un papel importante, la clave es hacer una unión lo más fuerte posible y eso es lo que hemos logrado este año".
