Liberty Media, liderada por Chase Carey se enfrenta a su segundo año como dueño de la Formula 1, y observando el desarrollo del primer año de trabajo, su presidente ha declarado ante Auto Hebdo sobre las dificultades que espera encontrar de ahora en adelante en su aventura en el mundo de la Formula 1. La mayor preocupación, ha asegurado que será reconquistar a los aficionados más antiguos, y procurar que les sea más fácil aceptar los cambios que la disciplina necesita, sin dejar de alcanzar con los nuevos planes de entretenimiento y espectáculo a los aficionados menos vinculados y acostumbrados a la tendencia actual de la disciplina.
Todavía no ha entrado en detalles sobre a qué tipo de cambios en concreto se refiere, pero si atendemos a lo sucedido durante 2017, lo más reciente ha sido el cambio del logo. También se ha oído decir a Carey que tiene pensado convertir a los pilotos en auténticas estrellas como Messi o LeBron, aumentar los patrocinadores, y ampliar el alcance de este deporte y su influencia en los medios, aunque todavía no hay señal alguna que indique que vayan a abandonarse las plataformas de pago para el seguimiento de las retransmisiones.Carey considera que la nueva energía de Liberty Media es la clave del éxito de 2017, pues los americanos están siendo más abiertos a la hora de decir sí que lo que lo estaban en la era Ecclestone. Aumentar el número de carreras, abrir la puerta a nuevos fabricantes, nuevos contratos mediáticos, expandir los circuitos en tierra virgen. Son caminos abiertos que Liberty Media seguro recorrerá, pero Carey considera que los planteamientos a largo plazo son los que más interesan al mundo de la Formula 1.
En este sentido, tanto la nueva normativa, como las estrategias 'macromedia' buscarán solventar las carencias que Liberty Media considera haber encontrado a su llegada. Los planes a corto plazo cegaron a sus predecesores, y dejaron grandes pérdidas de audiencia, pero la 'revolución americana' pretende reconquistar a los decepcionados, y mantener a quienes todavía confían en este deporte.
"Cada carrera debería ser un espectáculo"
"Quienes más disfrutan de este deporte tal y como está son los aficionados que han crecido con él, los más antiguos. Ellos representan el fundamento de esta disciplina, son esenciales para nosotros. Pero queremos también llegar a la nueva generación, queremos despertar interés en los nuevos públicos. Para ello buscaremos solucionar el dilema de respetar la historia de este deporte tan emblemático, y llegar también a los más jóvenes", explicaba Carey.
Ha habido constantes críticas durante toda la temporada hacia esta forma de entender el desafío del futuro de la Formula 1, como por ejemplo las que despertó lo sucedido en Austin durante las presentaciones, a lo que Carey respondía con impasividad: "Lo que más nos preocupa es el espectáculo en pista. Uso la palabra 'espectáculo' porque me parece que eso es lo que debería ser. Podemos hacer mejor la forma de competir, aumentando la acción. Tenemos que capturar la imaginación del público", decía Carey.
Liberty Media ya trabaja para introducir cambios para animar las carreras desde dentro, no ya solo desde fuera: descartar el DRS, la prohibición de repostaje, introducir un nuevo formato de clasificaciones... Además de todo ello ya se pueden observar los frutos del manejo americano en lo que respecta a la estrategia de comunicación de masas, acercando la Formula 1 al público de cada gran premio tanto en vivo como tras la pantalla abriendo el paddock a las cámaras y organizando auténticos festivales urbanos como el de Londres. El equipo de expertos en comunicación audiovisual liderado por Carey está dispuesto a hacer de cada Gran Premio un show mayor que el de la Super Bowl.