2017 ha sido el año que ha visto nacer la unión Bottas-Hamilton, una oportunidad más para Mercedes de que Hamilton pudiera competir junto y frente a un nuevo compañero de equipo que supusiera un reto durante la temporada. Venía Mercedes de vivir una relación bastante fría fuera de piesta, y dura dentro de ella entre el inglés y Rosberg, una relación cuya rivalidad y tensión marcaron todo el año, con diversas escenas sobre la pista que en repetidas ocasiones resultaron en incidentes entre los compañeros de equipo. Rosberg consiguió después de dos subcampeonatos consecutivos, hacerse con el título en 2016, y arrebatar así a Hamilton el campeonato después de todo, con tan solo cinco puntos de ventaja.
En esta ocasión, la pareja Bottas-Hamilton parece llevarse mejor fuera de pista, lo que supone un alivio para el funcionamiento normal de todo el equipo, que ha trabajado con mayor fluidez, lo que les ha permitido ganar el mundial de constructores, ya que, por ejemplo, se han hecho innecesarias las intervenciones a las que Toto Wolff se había acostumbrado en años anteriores. La buena relación probablemente sea fruto de la diferencia de rendimiento que ambos pilotos han desarrollado durante todo el campeonato en este estreno de alineación. La diferencia entre Bottas y Hamilton ha sido regularmente mayor que la que separaba al campeón de Vettel, que consiguió acabar por delante de Bottas.Esa misma falta de competitividad es lamentada por el director de Mercedes, que asegura que para que las flechas plateadas puedan dejar atrás a Ferrari el año que viene, tendrán que trabajar mucho más en sus objetivos individuales y aumentar la rivalidad en pista. Wolff ha admitido que lo que necesita Mercedes, aunque parezca extraño, es una 'ruptura' entre los pilotos que les haga extraer el máximo potencial a cada monoplaza. La llegada de Bottas a la alineación de Mercedes ha tenido lugar la misma temporada en que Hamilton ha conseguido su cuarto título, pero no puede decirse que haya sido fundamental para que esto sucediera, más ha tenido que ver la rivalidad con el Ferrari de Vettel que con su compañero de equipo.
Estrés y tensión para un año duro
El resultado de 2017 no ha sido en absoluto desalentador, pero Wolff exige un aumento para el año que viene del rendimiento de ambos pilotos, pues espera que, por otra parte, el resto de los equipos resultarán todavía un escollo más duro que el de este año, aumentando el número de candidatos al título de campeón. Esta palmada en la mesa de Wolff es un empujón que invita a Bottas a abandonar el rol de actor secundario, y continuar con lo que consiguió el final de temporada, superando tanto a su compañero de equipo como al resto de pilotos. Pero tres victorias y cuatro poles no son suficientes.
"No necesitamos evitar una situación estresante." Así expresó Wolff su demanda ante motorsport.com. "Tenemos que saber que, el hecho de que dos compañeros compitan por ganar un Gran Premio es una rivalidad que nos interesa. Aquí no estamos formando una familia, estamos formando un equipo que quiere ser el mejor y el más competitivo, y un equipo efectivo, necesita de estrés, necesita tensión, necesita una 'ruptura' entre pilotos, tanto como necesita de tranquilidad y de energía y mentalidad positivas. Como en todo en la vida, quisiéramos tener una mezcla de cada cosa, algo así como la receta secreta del éxito".
