El calendario de 2018 cuenta con un total de 21 carreras y, tres de ellas, se disputarán de manera consecutiva por primera vez en la historia del deporte. La celebración del Mundial de fútbol obliga en cierto modo a que la FIA programe así los Grandes Premios de Francia, Austria y Gran Bretaña que se disputarán de manera consecutiva para no coincidir con la final del Mundial. La decisión de juntar tres fines de semana de competición es inédita en el deporte y no gusta en absoluto a los máximos mandatarios de la Fórmula 1.
Para los aficionados, tal vez no sea un problema tan serio, ya que, seguramente, nos gustaría tener carrera de Fórmula 1 cada fin de semana del año, pero hay que pensar en todo lo que eso conlleva. El estrés para los pilotos aumentará, aunque los salarios ayudan a tomarlo con mejor humor. Sin embargo, a Ross Brawn no le hace mucha gracia tener que juntar tres citas del calendario y celebrarlas de manera consecutiva.
Una medida de emergencia
De cara al futuro, Ross Brawn asegura que la Fórmula 1 tratará de evitar a toda costa de que esto vuelva a suceder. Para el personal del deporte no es nada fácil afrontar ese tipo de calendario: "La celebración del Mundial de Fútbol nos ha generado un problema inusual. La final se celebrará por la tarde y sería muy injusto que la Fórmula 1 celebrase un Gran Premio durante ese fin de semana. La única solución es juntar tres Grandes Premios y celebrarlos en tres fines de semana seguidos pero es algo que no queremos que se repita en el futuro. Ha sido una medida de emergencia".
Clara queda la posición de Ross Brawn sobre este tema. La temporada 2017 ha llegado a su fin y tenemos motivos para pensar que 2018 será un año más emocionante gracias a la mejoría de rendimiento de Ferrari y de Red Bull. Por ahora, tan solo podemos espera a que los equipos trabajen durante el invierno para preparar la próxima campaña que dará comienzo con el Gran Premio de Australia el 25 de marzo.