En julio de este año, la FIA anunció la decisión final de integrar un nuevo sistema de seguridad a los monoplazas que compitan en la Formula 1 a partir de 2018. Consistirá en un aro que rodea la cabeza del piloto y protegerá frontal y lateralmente el cockpit de objetos medianos y grandes que puedan invadirlo y llegar a contactar con el cuerpo del conductor. Después de dos años del fatídico accidente que sufrió Jules Banchi, se decidió de manera unánime la implantación de este sistema adicional de protección que en un principio no suscitó sospecha alguna, ni, por tanto, ninguna resistencia por parte de los equipos de ingeniería, ni siquiera de los pilotos.
Y, sin embargo, la integración efectiva del Halo parece estar suponiendo todo un desafío para quienes ya se están esforzando por tratar de cumplir con la normativa de la temporada que viene. Éste representa uno de los cambios más significativos de los que afectarán al monoplaza del futuro, y está despertando una verdadera división de opiniones entre pilotos y aficionados, pero sobre todo desde los equipos técnicos de las escuderías, que parecen estar sudando lo suyo para conseguir un resultado suficientemente aceptable.
Diferentes perspectivas
Paddy Lowe, desde Williams asegura que "la integración del Halo es un gran proyecto de ingeniería. Estamos aun trabajando en ello, pero nos resulta muy difícil por ejemplo acomodar las cargas tan altas que supone, por lo que nuestro problema no es tanto aerodinámico como estructural." Los fallos que han podido examinar en el taller, explica Lowe que tienen que ver con el peso: "El halo afectará al rendimiento; lo importante es encontrar la mejor fórmula de acoplar las cargas que necesita de la forma más eficiente posible. ¿Cuánto peso se puede añadir a este problema? Porque el gran problema es el peso. También influye algo en la aerodinámica del coche, pero no nos ha resultado tan problemático. En este aspecto tenemos cancha todavía para maniobrar ya que las pérdidas no son grandes."
Por otra parte, en Haas se muestran bastante más optimistas. Guenther Steiner señalaba que el halo no puede considerarse un cambio mayor que el que se tuvo que realizar para esta temporada debido a las renovadas normativas. Después de haber analizado los alcances a escala mecánica de la cuestión, aseguraba que, si uno le pregunta a un ingeniero, la respuesta va a ser negativa: "cualquiera diría que es algo imposible de conseguir, pero si se consigue, todos dirán: ¡'somos tan grandes que al final lo conseguimos'!". Steiner aseguraba: "hacerse, se puede hacer. Hemos sido capaces de diseñar un coche nuevo en un solo año, y ahora nos encontramos con pequeños cambios que apenas influyen en algunos temas, así que yo creo que vamos a poder hacer frente a ellos, e incluso podemos ser los que mejor lo hagamos."
