Conociendo la historia y repasando antecedentes yo no dudaría en señalar que Renault volverá a ganar en la F1. La tarea en la que ya lleva dos años como equipo integral no será fácil ya que estamos hablando de una tecnología diversa a la que supo exprimir el fabricante francés con éxitos en todas esas fases.
Deberíamos dividir los éxitos de Renault en dos partes bien diferenciadas. Una de ellas como motorista y otra como estructura completa. Suministrando motores Renault tiene una increíble seguidilla de copa de constructores y campeonatos mundiales de pilotos ganados. Las temporadas 1992/93/94/96/97 impulsó a los imbatibles Williams manejados por Mansell, Prost, Hill y Villeneuve. Solo en 1994 no acompañó al piloto campeón en esa recordada definición con toque incluido entre Hill, con el Williams-Renault y Schumacher con el Benetton-Ford. La copa fue para Williams y Renault pero el mundial de pilotos se lo llevó Schumi. En el 95 proveyó al Benetton de Schumacher; y en 2010/11/12/13 entregó sus motores a Red Bull que de la mano de Vettel obtuvo cuatro campeonatos consecutivos de constructores y pilotos.
Como equipo integral, funcionó en distintos períodos. El primero de ellos abarcó 1977/1985 con la introducción de la tecnología turbo en los motores de 1.5 litros. Posteriormente hay que buscar en 2002/2011 con éxitos en los mundiales de 2005/06 de la mano de Alonso con los motores V10 y V8 respectivamente. Esas dos temporadas fueron las mejores para el rombo. Batieron a Ferrari y lograron lo máximo como estructura completa, es decir construyendo desde el primer hasta el último elemento de los autos.
El último período es el actual 2016/17, con estos motores 1,6 litros, con turbo y tecnología eléctrica. Hasta aquí un poco de historia antes de meternos en la actualidad que tiene a Renault posicionado en la pelea por ser el mejor cuarto equipo de la parrilla.
La transición dura entre dos y tres años. Eso han explicado las autoridades de Renault cuando decidieron recomprar el equipo Lotus y volver a ser Renault. Por rendimiento y resultados pareciera ser que el motor está un paso atrás de Mercedes y Ferrari. Esos equipos parecen haber interpretado mejor la nueva tecnología motriz que rige desde 2014. Lejos quedaron los V8 ganadores de los títulos antes mencionados proveyendo a Red Bull.
Renault en la actualidad
Hoy Renault se debate en un frente complejo: por un lado la evolución de sus motores con Rémi Taffin a la cabeza de ese departamento de ingeniería. La quema de aceite prohibida por la FIA ha impedido en Renault tener, dicen, unos 50 caballos más de potencia. Hoy exploran otros caminos para intentar recuperar ese caballaje vital para estar mejor. No obstante, saben y expresan puertas adentro, que recién para 2019 estarán en condiciones de plantear lucha por la victoria. Será 2018 un año muy importante de consolidación pero recién una temporada después podremos pretender triunfos. El mismísimo Alain Prost, hombre de consultas y asesor del equipo, ha dicho que no antes de dos años podrán colocar a Renault a tope de marcador.
Otro frente complejo es el de los pilotos. Nico Hülkenberg ha mostrado su talento a lo largo del año logrando muy buenas clasificaciones y algunos resultados dentro de los puntos. El alemán no puede hacer más de lo hace y explota al 100% el medio que tiene en sus manos.
El problema es Jolyon Palmer. Intentaré ser respetuoso pero su rendimiento está muy lejos de lo que puede pretender Renault y de lo que debe lograr un piloto de F1. Palmer no le hace sombra a Hülkenberg pero ni siquiera está competitivo y su rendimiento resta a las ambiciones de Renault. No es un dato menor. Esto preocupa mucho al equipo y ya dan casi por descontado que incorporarán otro piloto para las próximas dos temporadas. Los nombres que van y vienen en este mundo de rumores son muchos. Desde Alonso que será la pieza más codiciada del mercado, pasando por Checo Pérez, o Carlos Sainz o hasta Bottas si no renueva con Mercedes.
No tener un piloto competitivo es casi un golpe letal para Renault o para cualquier equipo que luche punto a punto por ser el cuarto en la tabla. El mismo Cyril Abiteboul, director del equipo, ha puesto presión a Palmer y exige desde su función que se acerque al nivel de Hülkenberg y sume puntos al igual que su compañero.
La realidad no es la mejor pero tampoco escapa a lo que presumían cuando decidieron la vuelta. Eso sí. Es tiempo de ajustar clavijas, desechar lo que no sirve y dar cada paso en firme para no retrasar la vuelta al triunfo. Pasó poco más de una década de los campeonatos de Alonso con la marca. Trabajo, tiempo y presupuesto es lo que Renault destina para volver a esa época dorada.
