La Fórmula 1 junto a la FIA han trabajado a lo largo de los años para maximizar el nivel de seguridad de los pilotos al momento de conducir un monoplaza. Las estadísticas respecto al número de accidentes y las secuelas en los pilotos son alentadoras, pero siempre hay situaciones que van más allá de cualquier estudio realizado, prueba de ello el accidente lamentable de Jules Bianchi en 2014. Esto disparó las alarmas y se empezó a investigar y desarrollar sistemas de seguridad que protegieran la cabeza del piloto de cualquier objeto frontal.
La FIA después de meses de investigación, ha anunciado que después de haber investigado otras soluciones respecto a la protección de la cabeza del piloto, se concentrarán más en sistemas de protección frontal que formen parte de la familia de "escudos transparentes" (similar a lo propuesto por Red Bull), descartando así el 'halo' desarrollado por Mercedes. Además afirma que el objetivo es que en esta temporada se sigan probando estos sistemas para que se pueda aplicar en 2018.
Controversia
El 'halo' es un dispositivo de seguridad desmontable que sobre tres soportes, se ajusta encima del cockpit del monoplaza, protegiendo así de objetos que puedan desprenderse de cualquier monoplaza, lanzándolo por encima sin que pueda rozar el casco del piloto. Un concepto que fue probado por los equipos durante el 2016 y que generó controversia por su apariencia y funcionalidad en varios sectores. Algunos encontraron muchas situaciones en las que podría no cumplir su función e incluso, podría ser perjudicial (como al complicar el escape del piloto en caso de incendio).
Dentro de los pilotos hay opiniones divididas sobre estos sistemas, pues mientras unos dicen que el peligro es parte de la categoría, otros pilotos están a favor de cualquier sistema que ayude a proteger la integridad de los pilotos.
La FIA se concentrará más en sistemas de seguridad similares al de Red Bull, como el de la imagen.