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OPINIÓN: Yo no echo de menos el V10...
F1 SIGNIFICA AVANZAR

OPINIÓN: Yo no echo de menos el V10...

OPINIÓN: Yo no echo de menos el V10...

Francisco Javier Granados Domínguez   26 de Abril 2017 17:00

101 comentarios

La mayoría de los que estéis aquí habréis entrado para ver cómo es posible defender un argumento tan tremendamente impopular, para ver cómo cometo uno de los peores pecados que una aficionado a la F1 puede realizar: no gustarte el V10.

Pero tranquilos, queridos lectores y queridas lectoras, que el V10 me gusta tanto como a vosotros. Aunque ahora descubriréis eso, por qué no lo echo -para nada- de menos. Así pues hablemos de tecnología, de F1 al fin y al cabo, vamos. Todo esto viene de lo que verdaderamente es la Fórmula 1, o -mejor dicho- de lo que debería ser.

La Fórmula 1 es la categoría máxima, así se nos ha dicho siempre, del automovilismo mundial. Es la autodenominada Categoría Reina del deporte del motor. Ya vamos obteniendo algunos conceptos básicos tan solo definiendo en pocas palabras la categoría que nos apasiona: automovilismo, deporte, categoría máxima... Estos van a ser los conceptos centrales que van a configurar el artículo de hoy.

El automóvil nace de una necesidad, como todo en esta vida. Y casi como si se tratara de un episodio bíblico, siempre se nos ha dicho que eso que llamamos motorsport y carreras se creó el día después de nacer el automóvil. Son conceptos distintos, pero que siempre han ido de la mano. Solo hay que echar un vistazo a las campañas publicitarias de diferentes fabricantes: aprovechan sus éxitos en diferentes competiciones para dar caché a su producto de carretera. Son incontables las aplicaciones que se han introducido en el mercado de los usuarios gracias al mundo de la competición.

En resumidas cuentas, la competición va unida al mundo general del automóvil que a su vez responde a unas necesidades sociales, políticas, económicas...

El automóvil nace de una necesidad y el automovilismo tiene unas necesidades, dejando al margen el hecho de cubrir requisitos de todo tipo pues, al fin y al cabo, el automovilismo está al servicio del ser humano. O no tan al margen, porque al final todo converge. Sería imposible concebir el automovilismo si este no tuviese la intención continua de mejorar e ir a más. Al final, y volviendo de nuevo al inicio, es de la forma en la que se creó el automóvil. Esas son las necesidades del automovilismo: mejorar y mirar siempre hacia delante.

En el deporte, es decir en la competición, estas necesidades no cambian e incluso se ven incrementadas. Lo que lo convierte en un perfecto laboratorio. Al final, hablamos de un proceso retroactivo en el que cada pieza es fundamental. El progresar en cada ámbito que envuelve al automovilismo es esencial. Y ese progreso, por supuesto, entraña un cambio, un cambio que es constante y necesario.

Hasta aquí, más o menos, creo que todos podemos llegar a estar de acuerdo. También coincidiremos en que la Fórmula 1 no está en su mejor momento en cuanto a opinión popular y general se refiere. Los aficionados centran sus principales críticas en los propulsores V6 Turbo - Híbridos- que se implantaron en 2014, y estas críticas se basan en su ruido, en su propia condición de híbridos y en algunos aspectos que atañen al reglamento técnico en los cuales no entraremos (sería otro tema a tratar).

La solución que muchos ven es la de, simplemente, volver atrás. Son numerosos los comentarios que veo a diario, ya sea en este portal o en Twitter, que reclaman la vuelta de los propulsores V10 y su estruendoso canto. Lo híbrido, en general, no gusta.

Es una opinión muy respetable. ¿A quién no le gusta ese sonido característico de los V10? Marcó una época en la F1. Pero forma parte del pasado y hemos de entender que el V10, al menos tal y como lo conocimos, nunca más va a volver a la F1 por razones obvias. Las necesidades de las que hablábamos antes han cambiado. El objetivo es un automovilismo eficiente, limpio y sostenible. Ni si quiera es el futuro, se trata ya del presente.

Es por esto que ni va a volver el V10, ni el concepto híbrido va a desaparecer (al menos en el futuro próximo) como se leía, sorprendentemente, a muchos medios al anunciarse los puntos base sobre los que descansará el próximo reglamento de 2021.

Graham Hill a bordo de suLotus

Yo no echo de menos el V10. Fue una era preciosa de la Fórmula 1, pero al fin y al cabo solo es eso: una era. Una era más dentro de las incontables que ha tenido esta categoría. El porqué no lo echo de menos vuelve a tratarse de una cuestión sencilla: el automovilismo trata de avanzar, siempre. También, leo a diario a gente decir que "se están cargando la F1" o que "si la F1 sigue así va a desaparecer". Yo les contesto en forma de pregunta: ¿Desapareció la F1 en los 60 con la introducción de los primeros alerones o en los 80 cuando a alguien se le ocurrió 'sellar' el fondo plano para aumentar la adherencia? ¿Desapareció a caso la F1 en el año 2006 con la marcha del V10? La F1 no tiene unos parámetros fijos de motor, de aerodinámica, de estética o de sonido. La F1, tal y como la concibo yo, tiene como únicos parámetros fijos ser la cúspide del automovilismo, de su tecnología y del deporte del motor. Justo como la definíamos al inicio de este artículo.

Para ser la cúspide no basta con quedarte con algo que ya es bueno, sino que se requiere el esfuerzo y el reto de mirar hacia adelante con el único objetivo de mejorar. La tecnología ha cambiado, a algunos les gustará más que a otros, pero es lo que requiere el mundo del motor ahora. La F1 no puede ser, de ningún modo, un ente aislado de lo que ocurre en el mundo del automóvil a nivel global por las razones que exponíamos al inicio. Repito que no se trata de entrar en cómo lo ha enfocado la F1 a través de sus reglamentos técnicos y deportivos, eso sería otro tema. Se trata de ver la cuestión desde un punto de vista tecnológico, se trata de ver lo necesario del cambio y la evolución.

Y ya para acabar: personalmente, me fascina la tecnología que tenemos y cómo se está llevando al límite. En solo 2 años y medio de reglamento V6 Turbo-Híbrido, con todas sus complejidades y sus restricciones también en el ámbito de la aerodinámica, ya éramos más rápidos a una vuelta que en 2013 (con el V8 en vigor). Para mí de eso trata la Fórmula 1, exactamente de eso.

Nos leemos.

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