Desde que el grupo Liberty Media entró en escena el año pasado ha expresado siempre su pretensión de renovar la categoría, de explotarla al máximo y de hacerla más atractiva al espectador. Esto es algo que no ha cambiado cuando por fin han pasado a dirigir el Gran Circo. Brawn no ha tardado en dar algunas pinceladas referentes a su cargo, por ejemplo, hace unos días ponía sobre la mesa el debate sobre la eliminación del sistema DRS.
Ante esta transición de poder, el mundo de la F1 expone sus ideas y propuestas enfocadas a mejorar el espectáculo. Uno de los numerosos en hablar ha sido el ex piloto Derek Warwick, quien hace poco abogaba por la eliminación de las banderas azules sin otra pretensión que la de aportar espectáculo y valor a cada uno de los doblajes que se ven a lo largo de un Gran Premio. Warwick sabe bien de lo que habla, como ganador de las 24 horas de Le Mans conoce lo que es un sistema donde es el piloto que dobla quien debe apañárselas para deshacerse del piloto lento.
Precisamente este es un tema que ha traído de cabeza a comisarios y pilotos esta temporada. Han sido abundantes las quejas de, sobre todo, pilotos como Sebastian Vettel o Fernando Alonso sobre los doblados y su gestión de las situaciones.
Sobre esto, Ross Brawn ha comentado para ESPN: "Sería divertido deshacerse de las banderas azules, aumentaría el desafío en carrera. Hoy en día los pilotos quieren tener la pista libre, y están acostumbrados a ello. Pero hace unos años no era así".
En la F1 actual, los pilotos que van a ser doblados están obligados a apartarse para dejar pasar a los coches rápidos. Esto ha provocado algunas sanciones, puesto que no siempre es fácil apartarse. En una categoría 'sprint' como la F1, cada décima perdida en pista puede suponer ganar o perder una carrera. Esta medida aportaría más emoción, tal vez haría las carreras más impredecibles y, sin duda, daría más protagonismo a los equipos más lentos.