"Hay varias zonas en las que hoy en día es aceptable llevar la misma pieza o que un equipo diseñe un poco y permita que otro equipo lo use y demás, principalmente en temas relacionados con la unidad de potencia, pero esto también se extiende a la caja de cambios y también a la suspensión. Todo eso es bueno. Esto significa que podremos unir nuestros recursos un poco más y tener mejores sinergias en esas zonas y, desde luego, los dos equipos estamos explorando ver qué oportunidades existen", explicó Key.
Teniendo en mente el gran cambio reglamentario que se avecina para la temporada 2017, en el que la F1 tendrá coches y neumáticos más anchos que los que hemos visto desde 2009, James Key señala que los beneficios de la mayor colaboración entre Toro Rosso y Red Bull Racing serán palpables en la temporada 2018, cuando los equipos de F1 ya estén más asentados con sus nuevos paquetes aerodinámicos: "El problema con las nuevas regulaciones, por supuesto, es que no tienes nada que debatir porque usted tiene que pasar por todo el proceso de diseño En 2017, por lo tanto, no habrá muchas oportunidades para sinergias. En el segundo año de estas reglas, una vez que tienes las partes que funcionan dentro de ese conjunto de regulaciones, entonces se destapan muchas más, por lo que 2018 será una mejor oportunidad. Una vez dicho esto, tener el mismo motor ayuda. En él se reúnen una gran cantidad de elementos comunes en ciertas áreas del lado del tren de potencia".
