Justo en ese momento, cuando la pelea llegó a su punto más álgido, se comentó que Red Bull podría abandonar la categoría si no lograba obtener un motor competitivo, pero Mateschitz vuelve a insistir en que sus amenazas nunca fueron serias. "De verdad, nunca pensamos en ello. Aunque, en teoría, siempre hubo circunstancias que nos podrían haber obligado a tomar esa vía de escape, como por ejemplo, el obvio caso de no poder tener un fabricante de motores", explicaba el de Red Bull en Marca.
En 2016 parece que Red Bull ha dado la vuelta a la tortilla, ya que ha logrado rascar dos victorias hasta ahora, y muchos le ven como máximo rival para pelear con Mercedes por el título en 2017. Además, Mateschitz ha recalcado su alegría por la forma en la que Max Verstappen ha progresado, y cree que el joven tiene potencial para convertirse en uno de los grandes en F1, como ya pasó con Ayrton Senna en los 80 y 90.
Cuando se le preguntó si Verstappen se parecía al brasileño, Mateschitz comentó: "Si consideras su talento natural, su fortaleza mental y el valor que ha mostrado en las carreras, entonces sí. Pero también necesita ser capaz de mantener su velocidad, sus habilidades y su fuerza durante varios años. Nadie sabe si eso ocurrirá, pero creemos que tiene potencial".
Además, el jefe de Red Bull también cree que Carlos Sainz, piloto de Toro Rosso, es una gran promesa y ha explicado la razón por la que no le querían en 2017 en el equipo grande: "Carlos es un gran deportista con una gran personalidad, carisma y talento. Su problema es que con Max y Daniel ya tenemos dos pilotos en Red Bull, y su rendimiento en Toro Rosso no es lo suficientemente fuerte como para retar a dos pilotos líderes en Mercedes y Red Bull. De verdad creo que será bueno para él quedarse en Toro Rosso otro año, sobre todo porque esperamos mejorar mucho el rendimiento del coche".
