El regreso de Honda a la Fórmula 1 junto a McLaren en 2015 resultó en una desastrosa temporada, con un rendimiento muy inferior respecto al resto de equipos, tanto en velocidad como fiabilidad. La marca japonesa decidió dar prioridad al desarrollo de la fiabilidad antes de centrarse en la potencia; ahora en cambio, con un nivel de fiabilidad decente, Honda se encuentra trabajando de forma contraria.
"En los tests de invierno, creíamos que el rendimiento del coche era suficiente como para ganar puntos de forma habitual, así que decidimos empezar la temporada con ajustes muy conservadores en cuanto a potencia y centrarnos en la fiabilidad del motor. Sin embargo, tras el GP de China, donde terminamos 12º y 13º en una carrera sin ningún abandono, comprendimos que no era suficiente con acabar la carrera sin fallos de fiabilidad, así que decidimos tomar algunos riesgos", explicaba Yusuke Hasegawa.
"A partir de Rusia, comenzamos a utilizar configuraciones más agresivas y de alto rendimiento en el motor, pero ello llevó directamente a fallos en la unidad de potencia. Cuando asumes riesgos, eres consciente de que este tipo de cosas pueden pasar, pero es lo que teníamos que hacer si queríamos avanzar", añadía Hasegawa.
"El año pasado era muy difícil evaluar el progreso porque la fiabilidad era nuestro mayor problema. Además, el hecho de no poder puntuar de forma constante hacía más complicado apreciar nuestro progreso. Desde el punto de vista de la unidad de potencia, el rendimiento aumentaba constantemente, con un ritmo de mejora considerable; estamos orgullosos de haber logrado mantener el mismo nivel de desarrollo durante este año", concluía el japonés.
