Los problemas de ritmo que tuvieron en la Q3 este fin de semana en Mónaco lastraron las opciones de victoria tanto de Sebastian Vettel como de Kimi Räikkönen. El piloto alemán salió 4o, mientras que el finlandés salió 11o debido a una penalización por tener que sustituir la caja de cambios tras los Libres 3 del sábado. "Hoy ha sido una carrera muy complicada, y el resultado final ha estado parcialmente comprometido por nuestra actuación en la clasificación", comentaba el italiano, que a su vez consideraba inútil quejarse de que otros pilotos hayan podido frenarles.
"Una estrategia de carrera agresiva, poniendo pronto las ruedas intermedias, era la única opción que teníamos para ganar posiciones, y no sirve de nada quejarse de que otros pilotos nos hayan obstaculizado en pista. Si hubiésemos clasificado mejor, el resultado también habría sido mejor", añadía el 'capo' de la Scuderia.
Además, Arrivabene cree que para poder empezar a ganar carreras esta temporada tienen que ser constantes todo el fin de semana: "Nuestro coche tenía un gran ritmo pero no es suficiente, tenemos que asegurarnos de ser competitivos durante todo el fin de semana. Dicho esto, tenemos que trabajar duro para corregir nuestros puntos débiles, mientras seguimos mejorando en áreas donde ya somos fuertes".
Ahora, centrados ya en el próximo Gran Premio de Canadá, seguirán trabajando lo más duro posible, pues rendirse no es una opción para ellos: "Ahora miramos ya hacia la siguiente carrera en Canadá, dónde no queremos que nos cojan los demás, ya que queremos estar a la altura de nuestro nombre. La temporada es muy larga, y rendirse no está en el ADN de Ferrari". De cara a la primera carrera del año que se disputará en tierras americanas, Ferrari planea una actualización en su unidad de potencia, pero todavía se desconoce si utilizarán o no tokens para ello: "Traeremos mejoras para la unidad de potencia (en Canadá). Pero no sabemos si gastaremos tokens. Todavía lo estamos hablando con la FIA", declaró Arrivabene.
