
Hasta hace pocos años, la F1 no utilizaba redes sociales y plataformas tan potentes como Twitter o Youtube, a pesar de que otros deportes ya se habían dado cuenta mucho antes de lo potentes que pueden llegar a ser estas redes como herramientas de marketing.
"Una cosa que es imparable es la tecnología, y las maneras que uno puede llegar a nuevos fans han cambiado. Ellos ya no están sentados esperando a nosotros en frente de la televisión", añadió Wurz.
En cuanto al cambio de modelo para comercializar los derechos de televisión, Alex Wurz cree que es preocupante debido a que la F1 cuando se emite en canales privados disminuye significativamente sus cifras de audiencia: "La F1 ha perseguido un riguroso modelo de negocio en los últimos dos años para cambiar de la televisión pública a la televisión de pago en algunos países. A pesar de los buenos resultados financieros, las cifras de audiencia han disminuido. Sin embargo, en los países donde no se han cambiado los contratos de televisión, las audiencias se han mantenido e incluso han aumentado ligeramente".