"Se va por el camino equivocado intentando añadir más 'show'. Estamos tratando de ser los X-Games, apelando a los adolescentes que pasan su vida haciendo algo diferente cada diez minutos en Internet. Pero la Fórmula uno nunca será un espectáculo como ese con de coches explotando y derrapando y 10.000 adelantamientos. La F1 no es artificia, Hollywod y seguir yendo en esa dirección la destruirá", explicó el canadiense en declaraciones al diario francés Le Figaro.
El piloto canadiense se muestra muy claro sobre los problemas reales que la F1 debe empezar a atender: "Lo que se necesita es restaurar la antigua gloria y prestigio de la F1 y, sobre todo, su credibilidad".