Bernie Ecclestone, Jean Todt, presidente de la FIA, y Sergio Marchionne, presidente de Ferrari, estuvieron presentes junto a varios jefes y pilotos de diferentes equipos, entre los que figuraban Sebastian Vettel, Felipe Massa, Valtteri Bottas y Nico Rosberg. En el orden del día primó la preocupación sobre los compuestos para 2017, y los pilotos están de acuerdo en tener gomas que se degraden más para poder empujar más en pista.
Por su lado, Pirelli ha dejado claro en varias ocasiones que necesita un programa de test adecuado este año si quieren que siga adelante con sus planes. No obstante, los jefes técnicos de la F1 siguen sin encontrar un consenso en relación al grupo de normas para la próxima temporada. La situación empeoró el pasado viernes en la reunión mantenida en Heathrow entre el personal técnico de los once equipos de la parrilla y el director de carrera de la FIA, Charlie Whiting.
Así, la reunión demostró ser no concluyente, e incluso se llegó a pensar en la posibilidad de aplazar todo el nuevo reglamento hasta 2018, tal y como señala Autosport. Es por eso que la reunión que se celebró en Milán junto a Marco Tronchetti, presidente de Pirelli, y Paul Hembery, director de Pirelli Motorsport, era de gran importancia. Y las conversaciones en dicha reunión no solo se centraron en los neumáticos, sino también en la necesidad de plasmar las reglas necesarias a partir de 2017.