Algo parecido sucede con Rosberg y Hamilton en Mercedes, donde el inglés se ha coronado como tres veces Campeón del Mundo en 2015. Durante gran parte de la temporada, Hamilton ha estado claramente por delante, pero Rosberg ahora lleva una buena racha y espera poder mantener ese ritmo de cara a 2016. "La batalla por el próximo campeonato ha comenzado. Ya estamos practicando para ello y probando cosas para el año que viene. Para mí, todo está yendo muy bien ahora, y así es como he de continuar".
Cuando se le preguntó si algo ha cambiado en esta última fase de temporada, en la que Rosberg está logrando poles y victorias, el alemán indicó: "No, nada ha cambiado, simplemente he trabajado duro y ahora soy más rápido. No solo es cuestión de pilotar duro; has de trabajar mucho para encontrar la mejor configuración. Has de comprender lo que el otro está haciendo mejor para poder adaptarte y mejorar. Cuando estoy en el box, siempre estoy viendo lo que sucede, comparándolo con mi compañero, comprendiendo dónde es más rápido, lo que usa, lo que yo utilizo y lo que estábamos usando antes".
Así, la intensidad de ese tipo de relación significa que Rosberg y Hamilton ya no son amigos como antes. "Éramos amigos, pero ahora no lo somos; ahora somos rivales. En el box la situación es completamente abierta. Compartir información es importante porque, si los pilotos no trabajan juntos y si hay una barrera entre ellos, entonces el equipo perderá. Para los jefes (Toto Wolff y Niki Lauda) es complicado y sufren. Nosotros siempre estamos muy cerca, pero tenemos la experiencia de saber cómo manejarlo".
