La principal preocupación de Force India y Sauber se centra en los pagos extra, que supuestamente alcanzan los 249 millones de dólares, que los cinco equipos punteros reciben a parte del dinero que les corresponde acorde a su posición en el Mundial de Constructores. "Estos pagos injustos sitúan a los equipos independientes en una desventaja deportiva y económica y, directamente, daña al deporte", reza la queja formal de ambos equipos.
"Al haber permitido una ventaja permanente para unos pocos equipos selectos, el deporte se ha visto gravemente debilitado. Los beneficiarios tienen mucho más para gastar en tecnología, desarrollo, investigación y equipo, lo que crea una diferencia de rendimiento aún más grande y, efectivamente, predetermina el resultado de los mundiales. Estas prácticas poco ortodoxas dañan al deporte, sus participantes y a miles de personas en la F1, así como a los millones de aficionados españoles", añaden.