Así, en lo referente a la emoción, Lauda ha apuntado que la F1 debe aprender del motociclismo, categoría en la que hay más espectáculo y genera más interés entre el público. "En general, las carreras de motociclismo son más interesantes de ver, porque puedes observar que los pilotos luchan con sus motos".
"Por desgracia, en la F1 pasa lo contrario: los coches son tan sencillos de conducir que solo podemos apreciar derrapes o cosas por el estilo", añadía el de Mercedes. La F1 sigue enfrascada en recuperar parte de la emoción que los espectadores, y los propios pilotos, vivieron en épocas pasadas. En este sentido, se espera una gran revolución a partir de la temporada de 2017, cuando la nueva reglamentación entrará en vigor y generará coches cinco o seis segundos más rápidos que los actuales.
Uno de los puntos que quiere recuperar Lauda es la dificultad a la hora de conducir un monoplaza de F1: "Es complicado manejarse con las motos, y eso se puede apreciar. Nosotros estamos trabajando para que los coches vuelvan a ser difíciles de pilotar", explica el presidente de la escudería que está dominando por segundo año consecutivo en la categoría reina del automovilismo .