"Es peligroso preguntar a los fans lo que quieren, porque gran parte de la F1 moderna se basa en lo que ellos quieren. Obviamente, no funciona. Es imposible que surja una idea en tan solo cinco segundos. Tenemos muchos más adelantamientos de los que nunca hemos tenido, pero la gente está más aburrida que nunca. Lo que nos hace falta y no tenemos es una F1 especial. Este deporte debería de dejar de intentar atraer a más fans y debería concentrarse en los que ya tiene", explicaba el canadiense en Autosport.
Cuando el mismo medio inglés le preguntó lo que entendía por una F1 especial, el que fuera piloto de Ferrari respondió: "Lo que es especial es un monoplaza que nadie pueda pilotar. Un coche que solamente diez personas en el mundo sean capaces de conducir adecuadamente y que otras diez puedan sobrevivir bien en él. Como solía ser antes. Necesitamos un coche que sea endiabladamente rápido; la F1 debería ser el extremo de todo".