"Siempre quieren cambiar cualquier cosa. Pero si algo no funciona como es debido, tal vez lo que debería cambiarse es el concepto entero. En la Fórmula Uno, hay muchos pequeños detalles, muchas normas técnicas y problemas de presupuesto. La pregunta que deberían hacerse es la de '¿dónde nos gustaría estar dentro de 10 años?'. La Fórmula E es diferente porque estamos empezando a construir algo. La Fórmula Uno ya está muy asentada, y cuando algo está muy asentado, la gente no quiere cambiarlo demasiado. Ahí está el problema", ha explicado Alain Prost.
Trabajar por el bien común
Además, ha añadido que los problemas de la Fórmula Uno también preocupa a todo el mundo y que debería haber muchas más reuniones: "Nosotros tenemos reuniones, reuniones y más reuniones y todo el mundo trata de aportar su granito de arena para el bien del deporte y tenemos mucha libertad. También nos preocupa todo lo que está pasando en la Fórmula Uno y todo lo que se está haciendo en el deporte, sobre todo con el problema de los costes".
Prost afirma que, por lo menos hasta la fecha, todos los que trabajan para la Fórmula E buscan un mismo objetivo: "Es lo que ya dije en la última reunión que tuvimos: tenemos que defender un interés común. A veces la Fórmula Uno debería prestarle un poco más de atención a ese asunto. Las personas de la Fórmula Uno no son de calidad".