Renault, que ya solo tiene dos clientes en la máxima categoría del automovilismo (Toro Rosso y Red Bull), se encuentra al servicio de los intereses de Red Bull, una situación que se ha vuelto en contra de la marca del rombo.
"Hemos tenido un desarrollo de motores de última hora en la que obviamos nuestros procesos normales de validación de calidad y en el banco de pruebas. Fueron estos cambios los que causaron los problemas en Melbourne, y es en lo que ahora nos estamos centrando en (modificar) en la fábrica antes de Sepang. Fuimos muy agresivos porque Red Bull quería que nosotros desarrolláramos nuestro tren de potencia ferozmente", explicó Abiteboul en declaraciones a L'Equipe.
Así, Abiteboul admite que Renault sucumbió ante la presión de Red Bull y deja entrever que es algo que no deberían permitir en el futuro: "Ahora tenemos que preguntarnos a nosotros mismos cómo hemos podido olvidarnos de nuestros métodos tradicionales. Hemos estado fabricando motores de F1 durante 37 años. Sabemos lo que tenemos que hacer", .
Su progreso requiere tiempo
"Si hubiéramos dicho antes de la temporada 2014 que íbamos a ganar tres grandes premios, se habrían reído de nosotros. ¿Vamos a luchar por la victoria a corto plazo? No. Pero estaremos de vuelta. Para luchar en igualdad con Mercedes, necesitamos algo más de tiempo", añadió el francés.
Así, Abiteboul parece dispuesto a no ceder más ante las exigencias e interferencias en su trabajo por parte del equipo Red Bull: "Ganamos juntos durante años, y actualmente estamos teniendo problemas juntos. Hasta ahora, hemos seguido y escuchado las directivas de Red Bull, pero está claro que el chasis y el motor son dos universos diferentes. Todo el mundo debería ser capaz de hacer su trabajo en paz".