No obstante, Webber evitó responder a esa pregunta y comentó lo siguiente: "He de decir que hay cosas más importantes en la F1 en estos momentos. Estoy hablando sobre el estado, la prosperidad del deporte completo". De hecho, son tiempos complicado para la F1, ya que hay marcas que están dejando el deporte y los equipos más pequeños siguen luchando para superar la crisis económica que les azota vorazmente.
En este sentido, Webber cree que los cambios en el reglamento también han tenido parte de culpa en la situación. "Mira a Kimi: esto no es competición. Si se pudieran pilotar los coches hasta el límite, él estaría ahí; vuelta rápida tras vuelta rápida. Está totalmente frustrado. También creo que lo que Bernie Ecclestone decía de que no necesitaba un público joven en la F1 es muy interesante", indicó el piloto.
Comparación con los coches de hace diez años
No obstante, la F1 contará con un joven de 17 años en la parrilla del año que viene, algo que a Webber no le sorprende: "No estoy seguro si la gente quiere pagar 400 euros por una entrada para ver a un chaval de 17 años. Hemos tenido otros casos, como Fernando o Kimi, pero fueron muy especiales, y los coches en aquel entonces eran mucho más complicados de pilotar, sobre todo a nivel físico. La probabilidad de fallo era mucho mayor. Ahora es casi vergonzoso cuando un coche de F1 sale de boxes. Es como un GP2 algo más fuerte, no es la F1 a la que estábamos acostumbrados".
Por todo ello, Webber ha concluido indicando que no echa de menos la máxima categoría del automovilismo: "Han pasado meses desde que vi una carrera entera por televisión. Tras Brasil, estaba en un coche escuchando la radio, y el 85% de lo que hablaban era sobre los neumáticos. Es frustrante, no solo para los pilotos, sino también para los fans. El DRS es vergonzoso; es tan diferente a hace diez años...Creo que el desarrollo de los tres o cuatro últimos años no ha sido en favor de los fans. Cuatro paradas, ¿eso qué es? Y estos pilotos de pago: deberíamos tener a los mejores pilotos en F1, pero algunos ni siquiera pueden permitirse los 400.000 euros necesarios para un simple día de test".
