Menú

Próximo GP: China 2024 | Cuenta atrás:

Buscar

Especial verano: Recordando a Luca Badoer
SIN PUNTOS EN F1

Especial verano: Recordando a Luca Badoer

Especial verano: Recordando a Luca Badoer

Roberto Rodríguez   16 de Agosto 2014 10:30

52 comentarios

Especial verano: Recordando a Luca Badoer

En Fórmula 1 también vale ese dicho popular que dice "hay gente que nace con estrella y gente que nace estrellada". Y es que en este deporte-espectáculo, como en la vida en general, el momento en el que pasan las cosas, o el timing, el crucial para el devenir de la carrera deportiva de cualquier piloto. Para demostrar esto basta decir que con el sistema de puntuación actual Luca Badoer habría conseguido 26 puntos a lo largo de su trayectoria en Fórmula 1, una cifra nada desdeñable para los coches mediocres que pilotó, pero en realidad el piloto italiano es el portador de un récord de dudoso honor: ser el corredor con más carreras disputadas de Fórmula 1 sin haber sumado ni un solo punto. 51 son los intentos de un tipo sin suerte. A continuación los desgranamos.

Como flamante campeón de la Fórmula 3000, Luca Badoer llegó a la Fórmula 1 en1993. El italiano iba a comenzar su andadura en el nuevo equipo español Bravo F1, pero por suerte para él ese proyecto se hundió apenas un mes después de su fundación, recayendo Badoer finalmente en el conjunto Lola, motorizados por Ferrari. En solo tres carreras llegó el gran momento de Luca. Era Imola, el asfalto estaba húmedo y Badoer salía desde el fondo de la parrilla. La carrera fue un caos de accidentes y averías. Badoer, hábil en la salida, logró escalar hasta ocho posiciones en los primeros giros. El Lola no daba para mucho más, era uno de los peores monoplazas de la parrilla. Cuando el McLaren de Senna también se averió las esperanzas crecieron para Luca, era undécimo y un adelantamiento a Aguri Suzuki le colocaba ya en el top-10.

Con la miel en los labios

Tras algunos golpes de efecto más, especialmente el accidente de Zanardi, Badoer se situó séptimo, una plaza que hoy te daría seis jugosos puntos, pero que entonces te dejaba con la miel en los labios. En la última vuelta problemas de motor aparecieron en el Sauber de JJ Lehto, pero consiguió llegar con el coche hasta la meta delante de Luca. Tocaba conformarse con ser el primero sin puntos, quizá si ese motor del Sauber hubiese reventado completamente la maldición del hombre sin puntos nunca se hubiese incrustado en la cabeza de Luca Badoer. La temporada no terminó muy bien. Un décimo puesto en Monza como mejor resultado, Imola aparte, y hasta cuatro carreras que el equipo, muy humilde, no disputó. Pese a que Luca batió a su reputado compañero Alboreto, fue este último el elegido por Minardi como titular en 1994, quedando Badoer como tercer piloto.

En 1995 Luca iba a regresar a la parrilla. Alboreto se había retirado y Minardi decidió que fuese su tercer piloto el encargado de reemplazarle. El coche italiano se mostraba poco fiable, pero con destellos de velocidad por momentos. En Canadá Badoer voló hasta la octava posición, abriéndose paso entre coches averiados en una carrera que acabaría siendo para Jean Alesi. En Hungría la cosa fue aún mejor. Gracias a una magnífica vuelta Badoer logró clasificarse duodécimo en parrilla, a la postre su mejor resultado en sábado de siempre, luego en carrera Luca logró reponerse a una mala salida y, con un ritmo muy bueno, se aupó hasta la octava posición en meta. Un resultado que desde 2003 hasta acá le hubiese dado puntos, pero que en 1995 seguía colocando a Badoer sin ningún puntos en su casillero, y ya iban 22 carreras. En las últimas carreras Luca corrió con consistencia, llegando a meta siempre e incluso logrando un noveno puesto en Japón. Como premio, Badoer no pudo correr el último Gran Premio en Australia. Allí solo participó un Minardi, el de Pedro Lamy, piloto que estaba siendo constantemente superado por Badoer y que, en ese Gran Premio de Australia logró ser sexto. Un punto. Un punto que aún Badoer debe pensar que pudo ser suyo. El timing...

Minardi prescindió de Badoer, pero cuando parecía que la carrera del italiano podía apagarse apareció Forti. Si a estas alturas alguien espera que la fortuna de nuestro protagonista cambie que no se haga muchas ilusiones. Forti era un desastre. Había debutado la temporada anterior y, tras la espantada de sus pilotos, especialmente Pedro Diniz, que aportaban buenos patrocinios, ahora estaban prácticamente abandonados a su suerte. En Australia Badoer no pudo pasar el 107%, por lo que no corrió la carrera. Más suerte hubo en Brasil y Argentina. Allí el Forti sí que pudo salir, aunque fuese desde las últimas posiciones, e incluso en Interlagos bajo la lluvia Badoer consiguió llegar a la meta y ser undécimo. Después de no clasificarse tampoco en Europa, en San Marino logró otro gran resultado, un décimo puesto que hoy día le hubiese dado un punto, pero que por entonces colocaba a Badoer líder absoluto de su ranking particular: 31 carreras, 0 puntos. El Forti, como traca final, logró clasificarse en tres carreras consecutivas, Mónaco, Canadá y Francia, sin conseguir llegar a meta en ninguna de ellas. Después el fin, tres carreras consecutivas en las que el lastimoso Forti de Badoer no logró superar el 107%. Tras el enésimo fracaso en Hungría, el equipo italiano se cansó de intentarlo. A mitad de temporada Forti daba la espantada de la Fórmula 1. Otra vez, Luca Badoer estaba sin equipo.

Especial verano: Recordando a Luca Badoer

Probador en Ferrari y vuelta a Minardi

Ferrari había reclutado a Badoer como piloto probador. Con dos talentos como Schumacher e Irvine en los coches rojos no había muchas esperanzas de encontrar un hueco como titular en Maranello. En 1999 se abrió una antigua puerta, el equipo Minardi, que reclamaba la presencia de Luca como compañero de equipo de Marc Gené. La andadura no empezó muy bien. Badoer se hizo daño en la primera carrera, Australia, y no pudo correr la segunda, Brasil. Para San Marino ya estaba de vuelta y sumó otro octavo puesto, por delante de Gené y aprovechando los problemas ajenos. El coche era muy lento y habitualmente partía desde las últimas posiciones de la parrilla, solo en carreras alocadas conseguía estar algo cerca de los puntos. Y el Gran Premio de Europa en Nurburgring iba a ser una carrera alocada...

El mundial estaba en juego. Con Schumacher lesionado, el Ferrari de Irvine y el McLaren de Hakkinen peleaban por el título. Quedaban solo tres carreras para el final y el mítico circuito de Nurburgring iba a albergar la primera de ellas. Ah, y Badoer salía decimonoveno, por delante de Gené y de los Arrows de Takagi y de la Rosa. La lluvia amenazaba, la carrera iba a ser de esas que aman los pilotos humildes: con la pista cambiante entre condiciones de seco y condiciones de lluvia. En la salida, un accidente muy fuerte entre Wurz y Diniz hizo que Badoer avanzase alguna posición. Entonces vinieron los problemas. Conforme arreciaba la lluvia se iban descalabrando pilotos. Coulthard, Takagi, Fisichella... Parecía que cualquiera que tomase la cabeza salía malparado. Ferrari, con el mundial en juego, perpetró una de las peores actuaciones de toda su historia con Eddie Irvine, al hacerle perder la carrera, y quizá el título, en un pit stop por no tener preparados los neumáticos. Badoer iba sexto, y aprovechando los problemas de Villeneuve logró avanzar una posición más.

Cuando Ralf Schumacher se salió de pista la cuarta posición era propiedad del Minardi de Luca Badoer. Quedaban trece vueltas para el final y el podio no era tan descabellado en una carrera así. Como ya intuyen, ahora viene la desgracia. La trasmisión del Minardi-Ford se rompe a poco más de diez giros del final. De soñar con un eventual podio a ver como los puntos se escapaban otra vez. Badoer llora desconsolado junto a su coche averiado mientras otro Minardi, pilotado por Marc Gené, pasa por su lado en la sexta posición. El español es el encargado en hacer que el equipo italiano vuelva a puntuar tres años después de aquel punto que cogió Pedro Lamy en Australia, el día que Badoer no pudo correr. Tras esto, Luca cerró la temporada con dos abandonos en las dos últimas carreras y volvió a Ferrari como probador. Tras no ganar el título en 1999, Irvine había sido despedido por los rojos, pero a cambio era el joven Rubens Barrichello el encargado de reemplazarle.

Especial verano: Recordando a Luca Badoer

Sustituto de Felipe Massa

Ahora el trabajo de Badoer era otro: ayudar desde la sombra a que Ferrari volviese a ganar un título de pilotos 21 años después. Eso llegaría en 2000, y a continuación cuatro campeonatos consecutivos más. Desde la sombra, Badoer cosecharía un título más, el de 2007 con Kimi Raikkonen a los mandos. Luca había sido una pieza más de un engranaje que había dado a Ferrari seis títulos en ocho años, posiblemente la mejor época de la historia roja. En 2009 las cosas no iban tan bien para Ferrari. El coche era muy nervioso, difícil de pilotar, y el equipo no había logrado ni una sola victoria cuando la temporada marchaba por el Gran Premio de Hungría, donde la tragedia se iba a cernir sobre la Scuderia. Felipe Massa, el hombre que estuvo a punto, nunca mejor dicho, de ganar el mundial anterior y el que estaba liderando Ferrari, ante la apatía de Raikkonen, en 2009 sufría un accidente durante la clasificación en Hungaroring. Un muelle impactaba sobre el casco del brasileño, que quedaba fuera por toda la temporada. Ferrari lo tenía claro.

El sustituto tenía que ser un piloto veterano, alguien que tras muchos años en la Scuderia y tras haber sido clave en la mejor etapa histórica del equipo tuviese el respeto de todos en Maranello. Y ese no podía ser otro que... ¡Michael Schumacher! Pero al final el alemán no pudo reponerse a las lesiones que aún tenía de una caída en moto, así que Ferrari tiró de Luca Badoer, diez años después de su última carrera, para ocupar el puesto de Felipe Massa. Es cierto que el F60 no era el mejor coche de los italianos en los últimos tiempos, más bien era el peor de la década, pero aun así era de largo el mejor monoplaza que Luca Badoer había pilotado en Fórmula 1. Y ahora puntuaban los ochos primeros. Mal se tenían que dar las cosas para que Brett Lunger no heredase el trono de piloto con más carrera de Fórmula 1 sin puntuar. El problema es que las cosas no se iban a dar mal, sino peor.

Al parecer, diez años de inactividad iban a pesar más de lo que Badoer esperaba. Además, estos coches de 2009 eran completamente nuevos respecto a los anteriores, lo que unido a la reciente prohibición de realizar test hacía que los años de probador de Luca no sirviesen para nada a la hora de adaptarse al F60. La primera prueba era el Gran Premio de Europa en Valencia. Allí no solo debutaba él, sino que también aparecía por primera vez en Fórmula 1 Romain Grosjean subido al Renault, y por segunda vez Jaime Alguersuari con el Toro Rosso. En la clasificación del sábado las comparaciones fueron odiosas. Badoer fue último, a un segundo y medio del penúltimo, Jaime Alguersuari. Con el Ferrari totalmente descargado en la Q1, su mejor tiempo fue 1,9 segundos más lento que el poleman, Lewis Hamilton, que rodó en la Q3 con el coche ya cargado para carrera. El domingo la cosa iría peor. Ya en la salida propinó un golpe a Grosjean, lo que le hizo ganar unas posiciones que pronto perdió.

Especial verano: Recordando a Luca Badoer

Decepción

Otra vez con el debutante piloto francés, protagonizó una lamentable acción saliendo de pit lane, por la cual no solo perdió la posición con el Renault sino que acabó pisando la línea blanca, lo que le causó un drive through. Al final fue decimoséptimo y último de los que terminó la carrera, doblado por los líderes. No había sido un buen comienzo, y una semana después llegaba el Gran Premio de Bélgica en Spa. Como de costumbre, Badoer clasificó último, aunque esta vez solo a seis décimas del penúltimo. Se podía decir que en una semana Luca había mejorado un segundo, pese a protagonizar un accidente en su último intento antes de caer eliminado en la Q1. El domingo, en la parrilla de salida el italiano estaba visiblemente nervioso, preso de la tensión del momento incluso se adivinaban mareos en su cara. En la salida cuatro coches colisionaron y ninguno de ellos fue él, por lo que pudo pasear su parsimonioso ritmo de carrera por última vez en la Fórmula 1. Terminó decimocuarto y último de los que llegó.

A 50 segundos del decimotercero. Solo la gran distancia del circuito de Spa impidió que el ganador de la carrera, su compañero Kimi Raikkonen, le doblase. Se acabó. Ferrari decidió acabar con la agonía de Badoer. En Monza sería Giancarlo Fisichella, gran triunfador de la carrera belga, quien se subiese al coche rojo. A final de temporada Luca quedaba desvinculado de Ferrari y así se acababa la carrera de un piloto sin suerte, alguien a quien el timing no permitió puntuar en su buena época y que, para colmo, recibió un regalo envenenado en 2009, en plena era de internet, para sufrir un escarnio público tan cruel como injusto. Y, de paso, para poner en 51 las carreras que Luca Badoer ha disputado sin puntuar. Aunque que Luca se ande con ojo, con 30 carreras y subiendo viene Max Chilton. Si Marussia persiste en su mediocridad y en renovar al inglés es muy posible que para 2015 Badoer se haya desprendido del record menos honroso de toda la Fórmula 1.

Comparte esta noticia
Artículos recomendados

Añadir comentario:

Para comentar en f1aldia.com, debes estar dado de alta. Regístrate gratis o conéctate si ya estás registrado.