El sonido de los nuevos motores híbridos, que han reemplazado a los ruidosos V8, dio pie a la polémica en la primera carrera del año, en Australia, que dividió en opiniones al paddock. Algunos de los promotores de las carreras, que se reunieron este pasado sábado en Barcelona, han solicitado más ruido y han señalado que la venta de entradas podría caer si los aficionados no encuentran atractiva la falta de sonido en el espectáculo. A pesar de que Bernie Ecclestone está de acuerdo con los promotores, los motores también tienen simpatizantes en el paddock, sobre todo entre el departamento técnico.
Y es que los motoristas han indicado que aumentar el sonido va en contra del espíritu 'verde' del cambio de reglamento, que busca reducir el gasto de energía de los escapes y frenos para para que los coches vayan más rápido. "Parte de lo que estamos experimentando en relación al ruido es que el motor hace lo que se le pide: usa menos energía y lo hace de forma más eficiente, por lo que hay menos ruido. No soy de los que opinan que los motores suenan mal. Creo que hay un mensaje positivo que se ha pasado por alto", explicó Rob White, director adjunto de Renault Sport f1.
Acostumbrarse a los cambios
Los antiguos V8 contaban con escapes iguales, mientras que la nueva unidad motriz V6 solo tiene un solo escape, cuyas dimensiones están sujetas a las regulaciones. Así, cualquier cambio deberá aceptarse por todos los equipos antes de que se implemente, y eso solamente pasará si queda claro que el rendimiento del motor no se verá afectado. "Mientras no se hagan cosas estúpidas, podría ser útil realizar un ajuste modesto que haga que los motores suenen más y mejor sin que se comprometan los objetivos fundamentales. Pero esto es F1, y siempre hay consecuencias no intencionadas. Mi preocupación a corto y medio plazo es que no debemos crear una situación en la que perdamos rendimiento en relación a nuestros rivales, ya sea de forma directa o indirecta como resultado de este tema", añadió White.
Renault, Red Bull y otros tres equipos han estado retrasados desde el comienzo de temporada y están en una carrera por tratar de recuperar distancias con Mercedes. Además, han estado trabajando con la FIA en el apartado acústico, mientras que Mercedes ha compartido sus resultados iniciales de un test en la fábrica con el dispositivo en forma de megáfono. Wolff, que cree que los nuevos motores y su tecnología moderna es la forma correcta de avanzar, ha sugerido que los aficionados tendrían que cambiar su mentalidad y avanzar con el tiempo, aunque eso signifique que otras categorías, como la GP2 o GP3, sean más ruidosas: "Es un momento interesante para la F1. Tradicionalmente, se habría dicho que la F1 necesita el sonido para ser espectacular. Quizás ahora eso está cambiando; quizás el futuro albergue coches más poderosos y menos ruidosos".