El punto decisivo en lo que se ha programado como un juicio largo será porqué pagó a Gribkowsky millones en 2006: en este sentido, Ecclestone defiende que le chantajearon, mientras que el exbanquero señala que fue un soborno. Las 256 páginas de la formulación de cargos en contra de Ecclestone parece mostrar la imagen de un hombre desesperado por proteger su empresa en el deporte a toda costa. Este complejo caso gira en torno a los derechos de la F1, que el banco alemán BayernLB vendió en 2006 a la empresa británica CVC Capital Partners por 830 millones de dólares (600 millones de euros).
Gribkowsky ya está en la cárcel
Ecclestone recibió una comisión de 66 millones de dólares (casi 48 millones de euros) por parte de Gribkowksy como parte del acuerdo y luego, presuntamente, le devolvió 44 millones de dólares (casi 32 millones de euros). Los abogados sospechan que esta acción se llevó a cabo para asegurar que CVC obtendría los derechos, algo que permitiría a Ecclestone mantener el total control sobre el negocio de la F1. Este, por su parte, defiende que pagó a Gribkowsky porque el alemán le estaba amenazando con causarle problemas con las autoridades de impuestos británicas.
"Ahora mismo, soy el perdedor, porque la gente chismorrea sobre mí, sin comprender realmente de qué va el asunto", comentó recientemente Ecclestone en la cadena de televisión alemana ARD. Gribkowsky, que anteriormente trabajaba en el banco BayernLB, fue encarcelado durante ocho años y medio en 2012 por aceptación de sobornos después de llevarse a cabo un juicio en el que Ecclestone testificó. Ahora, el mandamás de la F1 se enfrenta al mismo juez que sentenció hace más de un año y medio a Gribkowsky, Peter Noll. En su sentencia ante Gribkowsky, Noll señaló que veía a Ecclestone como la fuerza impulsadora que había usado su "encanto y sofisticación" para incriminar al exbanquero.
Dos veces por semana
Se espera que Gribkowsky declare en el juicio de Ecclestone, algo que podría terminar con cárcel si finalmente el inglés es declarado culpable. Con 26 días de juicios programados desde un primer momento y un veredicto que no espera hasta mediados de septiembre, Ecclestone ha reducido su papel en la F1 hasta que salga el resultado del juicio. El británico asistirá al tribunal dos veces por semana, un programa diseñado para permitirle asistir a las carreras, aunque ya se perdió el pasado Gran Premio de China para prepararse para el caso.
Y es que el futuro de la F1 podría determinarse por lo que suceda en los tribunales de Múnich. Donald Mackenzie, co-fundador de CVC Funds,empresa que cuenta con la mayor parte de la propiedad del deporte, comentó en el Tribunal Supremio de Inglaterra el año pasado que Ecclestone estaría despedido si al final se supiera que había cometido ilegalidades criminales.