Y aunque Lowdon no espera que esta situación tenga un impacto mayor en los telespectadores, sí teme por la parte que afecta a los patrocinios. "El contacto del deporte con la mayoría de los aficionados se hace a través de la televisión, y el sonido no afecta eso de ninguna manera. Hubo algo de competición emocionante, así que creo que en relación al espectáculo televisivo no creo que el ruido impactara tanto. El impacto más grande del sonido tiene lugar en el trabajo comercial que realizamos, ya que el sonido confirma que la F1 es otro mundo", señaló el de Marussia en Press Association Sport.
Factor sorpresa
"Eso siempre ha jugado en nuestro favor en el terreno comercial, porque la gente se daba cuenta de que había algo muy especial sobre la F1 cuando escuchaban ese ruido violento. Respecto a lo que los aficionados oyen ahora, es un ruido que tiene mucha más textura, porque ahora escuchan los neumáticos bloqueándose por primera vez y cosas como esa. Para los fans que estuvieron en el circuito el domingo, hubo también varias cosas nuevas que escuchar, así que es más textual de lo que teníamos antes. Pero el cambio potencial más grande es el factor sorpresa, que es importante. Cada equipo en el pitlane llevará a ejecutivos muy importantes a los garajes, y es probablemente ahí más que en ningún sitio donde haya un impacto", añadió.