Desde entonces, desde Renault han trabajado intensamente para solucionar los problemas antes del primer test en Baréin, que comienza el miércoles. Para ello, el suministrador francés ha aprovechado al máximo las jornadas promocionales de Lotus en Jerez y la Scuderia Toro Rosso en Misano, en las que se permite completar un máximo de 100 kilómetros.
Remi Taffin, jefe de operaciones de Renault Sport F1, ha señalado claramente cuáles fueron los problemas que limitaron tanto la capacidad para rodar de sus equipos cliente: "Principalmente, nos enfrentábamos a problemas de hardware, y por consiguiente también problemas de software", explicó Taffin en declaraciones recogidas por el portal británico Autosport.
Al parecer la marca del robo ha tenido una rápida reacción a sus problemas, habiendo solucionado sus problemas con la unidad de almacenaje de energía: "El primero (de los problemas) que apareció fue el problema con el acumulador de energía. Tuvimos buenas mejoras que hemos podido probar, ya sea en el banco de pruebas o en la pista, ya que tuvimos dos días de rodaje (actos promocionales de Lotus y Toro Rosso) y todo funcionaba como se esperaba. Así que ahora estamos seguros de que el problema que tuvimos en la primera prueba ahora está resuelto cuando miramos en el hardware y en especial al acumulador de energía".
Baréin, prueba de fuego para Renault
"El siguiente capítulo era, obviamente, el del software. En la primera prueba, tuvimos un poco de pobre conducción en pista que se debía principalmente a cuestiones de control de impulso y de calibración que hemos llevado durante las últimas dos semanas al banco de pruebas y hemos mejorado nuestro nivel. En estos momentos seguimos todavía un poco detrás de nuestro programa inicial, pero ahora hemos hecho lo que normalmente habríamos hecho en la primera prueba. Así que deberíamos estar en buena forma en Baréin", añadió con optimismo el ingeniero francés.
Además, desde la marca del rombo han incrementado la cooperación con sus equipos cliente, algo vital en una campaña con tantos cambios:"El último punto a tratar era los problemas de integración al que nos podríamos haber enfrentado con nuestros equipos clientes. Hemos trabajado en el banco de pruebas con ellos y llegaremos a Baréin y (será) el primer día sin todos los problemas que tuvimos en el primer test, que ahora creemos que están finiquitados. Estamos listos para meternos (de lleno) en lo que nos hubiera gustado hacer en la primera prueba de pretemporada, que es probar adecuadamente el tren de potencia y intentar dar a nuestros clientes los medios para descubrir sus coches".
"Teníamos la esperanza de no tener ningún problema, pero tuvimos unos pocos más. Pero para ser justos, no fue una sorpresa. Sabíamos lo que teníamos en el coche y pensamos que saldríamos ahí fuera en base a lo que hicimos en el primer día de rodaje [con Lotus], pero obviamente no fue así. Las razones son bien conocidas desde nuestro lado y ya hemos trabajado en ello pero no hay nada que podamos hacer en un día de rodaje. Al iniciar el día con una configuración, tienes que correr durante todo el día, por lo que es difícil reaccionar", explicó Taffin, admitiendo que sufrieron más problemas con el 'filming day' con Toro Rosso.
Por último, el francés restó importancia a la gravedad de los problemas que sufrieron en Jerez, que solo les habrían retrasado unas tres semanas respecto a lo previsto: "Todavía estamos retrasados respecto a lo programado, pero no es una cuestión de meses. Creo que estamos al menos donde hubiéramos pensado que estábamos para la primera prueba, así que quizás estamos con unas tres semanas de retraso y estamos en un plan de recuperación. Ahora vamos a entrar en Baréinn con los (datos) que nos gustaría haber terminado la primera prueba (en Jerez)".