El equipo que más perjudicado salió fue Red Bull, que solamente pudo rodar 21 vueltas en las cuatro jornadas, un total de 92 kilómetros. "No hemos dado suficientes vueltas y, las que completamos, no se hicieron a un nivel de rendimiento aceptable. Las causas no son sencillas: no hay un componente en concreto o un sistema que haya causado un problema específico. Un número de cosas han sido problemáticas, sobre todo relacionados con el control y operación de varios sub-sistemas de la unidad de potencia en el coche. Nuestra intención era probar el coche; estamos muy frustrados por tener tantos problemas que deberíamos haber solucionado en el dinamómetro", señaló White.
Trabajo duro antes de Baréin
Ahora, la marca francesa de motores cuenta con tan solo dos semanas por delante para arreglar sus problemas antes de que la F1 aterrice en Baréin el 19 de febrero para celebrar la segunda semana de entrenamientos oficiales. "El paso que hemos de dar para conseguir un nivel de rendimiento aceptable en el coche es mayor del que nos habría gustado. Es inaceptable que no hayamos podido solucionar los problemas lo suficiente como para permitir a nuestros equipos completar grandes distancias. Estamos trabajando duro para corregir esto a tiempo para Baréin".