"El primer día no hice más que rodar algunas vueltas de instalación antes de saber que el coche tenía un problema. Mi segundo día, en cambio, fue prometedor. El objetivo era rodar lo máximo posible y pude completar 145 vueltas, algo que no está nada mal para una jornada de trabajo. Jerez es muy abrasivo, por lo que empleamos sobre todo los neumáticos medios y los duros, y no nos centramos en los tiempos. Ahora mismo, el coche está en su primera fase y, por desgracia, no puedo compararlo con el de 2012, ya que empiezo desde cero y eso lleva su tiempo. Pero las sensaciones son positivas, y comparar con el pasado no es algo que yo acostumbre a hacer", declaró el inglés a la web oficial de la F1.
No se arrepiente de nada
Muchos comentaron que, quizás, Hamilton se arrepentiría del cambio de equipo que ha realizado de cara a 2013, sobre todo teniendo en cuenta los pobres resultados de Mercedes durante el año pasado. Pero el inglés dejó claro que no lamenta nada de lo que hace en su vida: "Yo no vivo con arrepentimientos. Cuando tomo una decisión que he estado meditando durante mucho tiempo, normalmente no le doy más vueltas. Cuando tomas una decisión de forma rápida, puedes luego arrepentirte, pero yo no hago eso. El equipo es genial y de verdad creo poder hacer grandes cosas". Y cuando piensa sobre las tres temporadas que ha firmado con Mercedes, solamente le sale comentar lo mismo: "Campeón del mundo, ese es el sueño. No puedo soñar con otra cosa; si no me levantara cada mañana para trabajar en esto, estaría perdiendo el tiempo".
