Cierto es que unos entrenamientos de pretemporada no son lo mismo que un Gran Premio de la temporada, ya que no hay el volumen de gente ni el estrés y el caos en la zona del 'paddock' que genera un fin de semana de carrera. Por ello, se puede pasear por la zona de los equipos con algo más de tranquilidad. Lo primero que me llamó la atención fue, sin duda, el hecho de poder estar cerca de los pilotos, de los equipos, de los mecánicos, de los ingenieros, de los jefes de prensa, de todo lo que uno ve por la pantalla y jamás cree que algún día pueda llegar a estar con ellos. En definitiva, el 'paddock' es como una alfombra roja, en la que te sientes como el más privilegiado simplemente por el hecho de caminar y pisar la zona por la que pasan todos los deportistas de la F1.
Otro de los aspectos que más me ha llamado la atención en esta primera jornada es la posibilidad de acceder al 'pit-lane' del circuito. No tengo palabras para describir lo que he sentido al estar junto a los garajes de todos los equipos. Ver pasar a los monoplazas por la zona de 'boxes' es algo sencillamente increíble. Es cierto que los equipos y los pilotos están trabajando y no es aconsejable estar en medio cuando un coche sale o entra en el garaje, pero si te quedas en la zona del muro puedes ver cómo trabajan los mecánicos de los diferentes equipos. Es una experiencia indescriptible que hace que te entre un cosquilleo por todo el cuerpo cada vez que oyes el rugido de un motor por la zona del 'pit-lane'.
Por otro lado, encontramos la zona de los 'motorhomes' de los equipos, algo con lo que me he quedado sorprendido muy gratamente. Para todos ellos, esta zona es su casa durante la semana de entrenamientos o el fin de semana de Gran Premio. Como tal, es recomendable que antes de entrar en cada 'motorhome' pidas permiso para realizar lo que quiera que vayas a hacer (entrevistas a algún miembro del equipo, comer o asistir a una rueda de prensa). Ellos lo agradecen y muestras educación y respeto por el trabajo que efectúan. Un poco ligado a todo esto, me gustaría comentar la actitud de los pilotos. Es increíble lo amables que pueden ser, en general por supuesto. La fama no es incompatible con ser amable, y eso es algo que pilotos como Daniel Ricciardo, Jenson Button o Felipe Massa me han demostrado con creces. Ellos están trabajando y regresan a los 'motorhomes' después de la actividad en pista, y es de agradecer que te respondan educadamente (sea para bien o para mal) ante cualquier cosa que les preguntes.
Ahora bien, no todo son rosas en este camino. Estar de arriba para abajo por el circuito es algo que agota. Hay que tener en cuenta que debes seguir la actividad en pista al mismo tiempo que escribes lo necesario para el medio que trabajes. Pero esto es como todo: si lo que haces te gusta, el estrés y el ajetreo merece la pena. Yo jamás me habría imaginado terminar en la sala de prensa de un circuito escribiendo noticias mientras oigo rugir a los monoplazas en el asfalto; ni asistir como enviado especial de un medio a unos entrenamientos oficiales; ni estar rodeado de gente a la que admiro por el trabajo que hacen. Y supongo que muchos estaréis pensando que esto que os cuento puede quedar algo presuntuoso y que mi objetivo no sea otro que dar envidia a los que no pueden asistir a estos eventos. Y yo os digo que es totalmente lo contrario. Hasta este día, yo he sido como todos vosotros. He visto y seguido la F1 desde casa, por el televisor o el ordenador, y conozco la sensación de 'querer y no poder'. Por eso quiero ser el portavoz de F1aldia y transmitiros todo lo que se vive y se siente en unos test oficiales de F1. Y os doy un consejo: jamás perdáis la fe en aquello que os gusta porque la vida a veces es como un túnel oscuro en el que no encuentras salida, pero nunca sabes cuándo puede encenderse la luz, esa luz que te guíe hasta ver cumplidos tus mejores sueños porque, hoy en día, puedo decir que amo lo que hago.
Continuará...