Los fabricantes de propulsores de la F1 han llegado a un consenso para reducir el tamaño de los V8 actuales, pero no hacer un cambio tan radical como el propuesto por la FIA. Además, el cambio en el reglamento de motores llegaría un año más tarde de lo previsto inicialmente.
La idea es que los monoplazas usen en 2014 motores V6 de 1,6 litros y turboalimentados. Además, se haría uso también de los Sistemas de Recuperación de Energía (ERS) pensados inicialmente para los motores de 4 cilindros.
Ferrari y Mercedes se salen con la suya
El esfuerzo hecho por los fabricantes para llegar a un acuerdo va en el sentido de que todos los que están actualmente en la Fórmula 1 permanezcan en ella y, a la vez, puedan llegar algunos nuevos dentro de tres temporadas. La propuesta de los V6 ya había sido hecha en el pasado por Ferrari y Mercedes, por lo que sólo queda la gran incógnita de ver que hará Renault.
Tanto el fabricante francés como el presidente de la FIA, Jean Todt, querían que la F1 se pasase a toda costa a los 4 cilindros, para hacer el deporte más "verde", pero parece que las grandes marcas se saldrán con la suya finalmente.
Si el plan de los motores V6 es recibido de forma positiva por la Comisión de la F1 (algo casi seguro), entonces será remitido al Consejo Mundial de los Deportes del Motor de la FIA para su aprobación final.
ACTUALIZACIÓN:
Tal y como se esperaba, la Comisión de la Fórmula 1 ha aceptado la propuesta de los fabricantes y llevará ante la FIA la nueva normativa de motores para 2014: V6 turboalimentados de 1,6 litros.