Las carreras de los dos estados del Golfo Pérsico aparecían inicialmente muy separadas en el calendario con la intención de obtener el mayor beneficio posible. Pero tras el aplazamiento sine die de la carrera bahreiní debido a la tensa situación política que se vive en el reino, los organizadores del penúltimo Gran Premio de la temporada aceptarían que el evento que debería inaugurar el campeonato se situase siete días antes o después del suyo.
"Somos organizadores de la carrera de Abu Dabi y respetamos la decisión de la FIA. Encontrar una fecha en el calendario es factible", aseguró ben Sulayem en declaraciones a The National.
"Originalmente, Abu Dabi y Bahréin acordaron tener una gran separación en el calendario para sacar el máximo partido a la exposición que un Gran Premio conlleva. Sin embargo, ésta es una emergencia, y en caso de emergencia necesitamos trabajar juntos."El posible aplazamiento del Gran Premio de Bahréin debería suponer la necesidad de llevar a cabo una restructuración de fechas en el calendario. A priori parecería factible que la carrera se intercalarse entre los Grandes Premios de India y Abu Dabi o entre Abu Dabi y Brasil, debido a que están separados por dos semanas de margen, pero ambas posibilidades parecen poco probables.
En principio, un Gran Premio nuevo como el de India necesita cierto margen respecto a los eventos colindantes, pues al ser el primer año que se celebra, no se conoce cuán compleja será la logística en torno al mismo. Con Brasil ocurre algo similar, pues la distancia geográfica con Abu Dabi y Bahréin es demasiado grande como para tener que trasladar todo en una sóla semana.
Es por ello que la opción más lógica sería la de retrasar el final de la temporada al 4 de diciembre, fecha que por otra parte coincidiría con un evento deportivo tan relevante en Brasil como es la final de la liga de fútbol, para así poder situar la carrera de Sakhir junto a la de Yas Marina.
El patrón de la Fórmula 1 ya ha dejado caer que, en caso de que la situación en el reino bahreiní se calme, "habría que ver dónde podemos resituarlo", aunque como es evidente, todavía es demasiado pronto para saber si éste se podrá llevar a cabo. "Aún no lo sabemos, necesitamos esperar y luego veremos", comentaba Ecclestone.
Ben Sulayem declaró que mantuvo dos conversaciones telefónicas con el mandamás de la F1 en la última semana: "He hablado con Bernie y fue muy conciso. La decisión no estaba en nuestras manos, sino en las del príncipe heredero de Bahréin, porque allí están ocurriendo cosas más importantes que el automovilismo."
"Lo fundamental es que Bahréin tenga claras sus prioridades, y creo que ya lo han hecho. La estabilidad es el factor más importante en estos momentos, pero una vez que ésta regrese haremos lo posible para recuperar la carrera, porque sabemos que ellos harían lo mismo por nosotros."
Mohammed ben Sulayem añadió que la decisión sobre la carrera, que se lleva organizando en Sakhir desde el año 2004, no se podrá tomar hasta que los organizadores del Circuito Internacional de Bahréin hagan una petición para volver a ser incluídos en el calendario.
El Consejo Mundial del Deporte de Motor se reunirá la semana que viene y discutirá la situación, pero hasta que los encargados del circuito de Bahréin no presenten esta petición formalmente a la Formula One Management de Bernie Ecclestone, no se podrá decidir nada.
"Si llega una petición desde Bahréin, la FOM ha de encontrar un hueco en el calendario y Bahréin ha de estar de acuerdo con ello. Entonces el Consejo Mundial necesitará aprobarlo", comentó ben Sulayem. En caso de que no se lleve a cabo dicha petición esta semana, la próxima oportunidad para que se produzca una decisión no llegará hasta junio, fecha de la siguiente reunión del Consejo Mundial.